Las Abuelas reclamarán que se identifique a los NN del '77

Hace 14 años Brusa era secretario del Juzgado que depositó los NN. Ahora, le piden que abra una nueva investigación.

Por Juan Carlos Tizziani,

Desde Santa Fe

Las Abuelas de Plaza de Mayo solicitarán al juez federal de Santa Fe, Víctor Brusa, que identifique los restos óseos de las cinco víctimas de la masacre del '77 que fueron localizados anteayer por el juez de Menores, Julio César Roggiano, en un nicho del cementerio municipal, donde habían sido depositados hace 14 años por el propio Brusa cuando era secretario del Juzgado ahora a su cargo. La causa penal será abierta con un escrito firmado por la abogada de las Abuelas, Alcira Ríos, quien pedirá al magistrado que provea tres medidas: solicite a Roggiano una copia de las actuaciones realizadas hasta ahora, convoque al Equipo Argentino de Antropología Forense para que identifique los restos, y oficie al Banco Nacional de Datos Genéticos --que funciona en el hospital Durán-- para que se crucen los resultados de ADN. Roggiano halló los restos en el nicho 175, sección 65, fila quinta, donde fueron depositados por Brusa el 17 de mayo de 1984, luego de que cuatro meses antes, el 18 de enero, se exhumaran ocho víctimas de la masacre del '77 sepultadas como NN, y se lograra identificar sólo a tres: José Pablo Ventura, Adriana Bianchi y Adriana Angel, quien estaba embarazada de siete meses.

A pesar de que aquella actividad de Brusa --ordenada por el entonces juez federal Héctor Tripicchio, hoy vocal de la Cámara Federal de Rosario-- fue pública, en el cementerio de Santa Fe no había constancias a la vista, ni en el sistema de computadoras, ni en los registros oficiales, acerca del lugar en donde habían sido depositados los restos. Este hecho dificultó la búsqueda del juez Roggiano, quien debió ordenar la apertura del nicho 175.

La circunstancia no deja de ser llamativa: los documentos de la exhumación de los ocho NN realizada el 18 de enero de 1984, la investigación forense posterior que hizo un equipo de médicos del hospital Iturraspe, la identificación de tres víctimas --Ventura, Bianchi y Angel-- y la inhumación efectuada el 17 de mayo de 1984, constan en la causa "Juarez, Mirta y otros sobre su denuncia" (expediente 6/84) que se inició ante el Juzgado Federal de Santa Fe, pasó luego a la Justicia Militar y quedó archivada finalmente en la Cámara Federal.

Rosario/12 advirtió al juez Roggiano sobre este hecho, le indicó cual era el nicho que figuraba en los expedientes judiciales, y éste verificó anteayer que las bolsas con los restos estaban, precisamente, en el repositorio en que los depositó Brusa hace 14 años. Según esas constancias, debería haber allí restos de los cinco NN que no fueron identificados en 1984, entre ellos los tres masacrados en una vivienda de calle Castelli al 4500, donde vivían un hombre, dos mujeres y dos niños, que luego fueron entregados a su familia. Los vecinos afirman también haber visto a una nena de pocos meses que podría ser María Carolina Guallane, la jovencita que hoy tiene 21 años, a la que el juez Roggiano trata de devolver la identidad perdida.

En el verano del '77 fuerzas conjuntas de la dictadura arrasaron varias viviendas en menos de un mes y exterminaron a una veintena de dirigentes montoneros. Los ataques tuvieron como blanco una casa en San Martín y Boneo (4 de enero), un departamento en Ituzaingó y Las Heras (19 de enero) y la casa de calle Castelli al 4500, en el barrio Piquete (11 de febrero), entre otras operaciones. La información militar de la época sólo mencionó a los muertos, a pesar de que hoy se acumulan testimonios de que varios militantes fueron capturados con vida. La investigación forense realizada en 1984 confirmó que varias víctimas tenían disparos en la cabeza y que le habían mutilado las manos.

Los masacrados fueron sepultados en el cementerio de Santa Fe como NN por orden del Comando de Operaciones Tácticas que actuaba bajo las órdenes del coronel Juan Orlando Rolón, en jurisdicción del II Cuerpo de Ejército comandado por Leopoldo Fortunato Galtieri. Las notas de inhumación están firmadas por los entonces jefes de la Guardia de Infantería Reforzada, comisarios Julio Villalba --ya fallecido-- y Juan Calixto Perizotti.