COLON LE GANO 4 A O A CENTRAL Y LO BAJO DE LA PUNTA

Una goleada que se hizo sentir

Ni el más optimista hincha sabalero lo hubiera imaginado. Colón mereció ganar, pero el 4--0 resultó un tanto excesivo.

4 COLON: Burtivoy (6); Aquino (5), Morant (5), Medero (5) y Unali (7); Monserrat (5), Castagno Suárez (5), Aguilar (5); Agoglia (6); Sandoval (5) y Fuertes (6). DT: Francisco Ferraro.

0 CENTRAL: Buljubasich (4); Cappelletti (4), Casiani (4), Cuberas (5) y Rivarola (5); Daniele (4) y Hugo González (5); Vespa (3), Walter Gaitán (6), Carracedo (4); Bustos Montoya (4). DT: Edgardo Bauza.

Cancha: Cementerio de los Elefantes.

Arbitro: Roberto Ruscio (regular).

Goles: PT: 5m Fuertes (C) de penal. ST: 14m Sandoval (C), 16m Aguilar (C) y 35m Müller (C).

Cambios: ST: 11m Rochi por Daniele (RC), 15m Müller por Sandoval (C), 23m Flores Coronel por Walter Gaitán (RC), 34m Trimarchi por Fuertes (C) y 40m Marini por Agoglia (C).

Recaudación: 56.658 pesos.

Desde Santa Fe

No hubo tantas diferencias en la cancha si se ensaya una contabilidad de los '90, pero la fortuna jugó para uno y desequilibró al otro: apareció por primera vez cuando Ruscio dejó seguir una jugada que terminó en penal y gol de Fuertes. Se asoció a la picardía de Sandoval cuando el chico se quedó en la cancha unos segundos más para cachetear la pelota hacia el gol, a pesar de que su cambio ya estaba anunciado. Y se entremezcló con la única subida de Aguilar en el terreno adversario para cruzar un derechazo y decretar el tercero, a pesar de que su misión era controlar al uruguayo Vespa. El cuarto fue un regalo del fútbol.

Golpe de suerte. Sobre el arranque, a los 6 minutos, Colón tuvo su primer golpe de suerte. En uno de sus pocos aciertos, el árbitro Ruscio vio la obstrucción que sufrió Agoglia, podría haber sancionado tiro libre indirecto, pero concedió ley de ventaja. La pelota le quedó al "Diablo" Monserrat, a quien Rivarola bajó en el área. Penal y gol. La definición de "Bichi" Fuertes fue excelente. A partir de allí, Colón se dedicó a regular los tiempos, manejó la pelota y esperó la contra.

Susto negro. Al cabo de los 45 minutos iniciales no le sobró nada, había hecho un poco más que Central, pero la victoria no estaba asegurada. Tanto que al promediar el segundo tiempo, Colón sufrió el mayor susto cuando el partido aún estaba 1-0. Apareció Casiani para cabecear en el área sabalera. La pelota picó, pegó en el travesaño, Cuberas fue a buscar el rebote, pero no pudo empalmarlo bien. Finalmente Burtovoy sacó un manotazo oportuno y echó la pelota a un costado para ceder un tiro de esquina. Fue el momento de mayor sufrimiento para el local.

El distraído. Pero un ratito después, hubo otro sacudón de la fortuna. Ruscio marcó un tiro libre para Colón, pero no vio que "Pancho" Ferraro pedía el reemplazo de Sandoval por el "Diablo" Müller. El cartelito con el cambio estaba plantado en la mitad de la cancha mientras el técnico agitaba los brazos, casi con desesperación. Sandoval se hizo el distraído, a sabiendas de que no había aportado mucho. El chico no tuvo una buena tarde, cayó muchas veces en las trampas de la defensa canalla. Pero --cuando el árbitro se desentendió del pedido de Ferraro-- aprovechó su última jugada: apareció entre los dos marcadores para cachetear la pelota y dejar mirando a Buljubasich. El error de la última línea de Central fue imperdonable. Iban 59 minutos de juego. A los 60', Sandoval ya no estaba en la cancha.

El principio del fin. Pero si el golazo del delantero distraído fue el principio del fin, el remate llegó dos minutos después. Central ya no tenía argumentos futbolísticos y sus reservas anímicas se agotaban, cuando Unali --el mejor del partido, con un ida y vuelta permanente-- elabora otra buena jugada, hay una serie de combinaciones, un rebote corto, intento de rechazo, y un derechazo cruzado de Aguilar: 3-0. Allí se terminó el partido, a pesar de que aún faltaban 15', un lapso en el que cualquiera es capaz de decir para qué juegan un equipo que ya bajó los brazos y otro que sólo espera el final.

Pero a diferencia de lo que muchos creían apareció el mejor fútbol de Colón: la jugada más armónica, por cómo se fue elaborando y cómo se definió. Nació en la mitad de la cancha, por la apertura de Trimarchi, en posición de puntero derecho. El ariete levantó la vista, vio a Müller ubicado cerca del punto del penal y sacó un centro al centímetro, para que el otro "Diablo" cabeceara como se debe cabecear, hacia abajo. La pelota picó en la línea y terminó adentro. Fue un regalo, un broche de oro, que ya no estaba en los cálculos de nadie porque Colón tenía el partido asegurado. El 4--0 habrá sido exagerado, pero no admite objeciones. El triunfo de Colón fue justo: ganó el que debió ganar.

La explicación de Bauza. Fue en el vestuario, y lo hizo mejor que los comentaristas deportivos: "A Central le faltó concentración. Colón se agrupó bien atrás con dos líneas de cuatro, cerró los espacios y jugó de contragolpe explotándolo bien. El partido creo que cambió a los cinco minutos donde nosotros tuvimos que cambiar el planteo que habíamos hecho. El tema era aguantar veinte minutos. Lo que pasó es que en el segundo tiempo en cinco minutos nos liquidaron el partido".