DOS FIRMAS ROSARINAS COMPRARON LOS PLIEGOS DE LA EX UNIDAD IV
Recién el 22 de setiembre, se sabrá si las empresas están en condiciones técnicas y económicas de levantar un hotel cinco estrellas.
Por Leo Ricciardino
Minutos antes de que venciera el tercer plazo que había puesto la municipalidad para la venta de pliegos de la licitación para construir el hotel cinco estrellas que se planea en la ex Unidad IV, dos empresas rosarinas adquirieron los papeles. "Por ahora podemos decir que hay dos interesados que dieron este primer paso, que hasta el momento no había dado ningún otro grupo nacional o internacional", dijo a Rosario/12 el intendente Hermes Binner que confirmó la operación. Se trata del grupo hotelero local Solans y del arquitecto Caffaro Rossi que habría adquirido el material informativo del pliego en representación de un grupo de inversores. Binner reiteró que "si bien hubo mucho interés en el proyecto", fracasaron los dos llamados anteriores de venta de pliegos porque "todos los inversores señalaban que era una inversión muy riesgosa, la construcción de un hotel de estas características en terrenos que después de 30 años volverán a la municipalidad". Recién el 22 de setiembre, en la etapa de precalificación, se sabrá si estas empresas que adquirieron los pliegos están en condiciones técnicas y económicas para concretar el proyecto en el Area Costanera Central.
El viernes a la noche, en el límite del tercer plazo —el último que había fijado la municipalidad— para la venta de pliegos, se presentaron las dos firmas rosarinas con los 10 mil pesos para adquirir el paquete de información que las habilita a iniciar su participación en el sistema de data rom que regirá la licitación.
Se estima que la inversión global ronda los 45 millones de dólares para la construcción del hotel cinco estrellas, con casi 400 habitaciones y todos los servicios que exige esta calificación hotelera. Además de la estructura hotelera que se construirá en los grandes silos de las ex unidad portuaria, el pliego contempla para el desarrollo del proyecto un área de casi 5 mil metros cuadrados para el emprendimiento que constará también de un centro de convenciones para albergar a no menos de 3 mil personas.
Algunos concejales ya tenían preparados proyectos para presentar hoy, si fracasaba el último llamado para la compra de pliegos. Ni el Ejecutivo ni el Concejo estaban dispuestos a darse por vencidos y declarar desierta la licitación. "Yo ya había elaborado una iniciativa para llevar de 30 a 50 años o más el período de concesión y hacer de esta manera más atractiva la oferta para convocar a una nueva venta de pliegos", confesó a este diario un concejal que prefirió reservar su nombre.
Esta era la principal objeción que hicieron los interesados en las rondas de consultas local, en la conferencia que dio el propio Binner en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, y en los contactos que hubo por este proyecto en Nueva York, México y Chile. "Hasta publicamos un aviso en el diario New York Times", dijo ayer el intendente como para que quedara claro que quienes tenían que saber del emprendimiento, estaban enterados.
Claro, "¿quién va a querer invertir semejante cantidad de dinero en un hotel donde la rentabilidad es muy lenta y al cabo de 30 años tiene que devolver la tierra que sigue siendo de dominio municipal?", se había preguntado razonablemente en este diario hace unos meses, el secretario de Hacienda Angel Sciara.
Era evidente que ante un nuevo fracaso —si éste se producía—, Ejecutivo y Concejo iban a tratar de consensuar la manera de "hacer más atractivo y liviano el pliego". Lo que sí es seguro, es que un sector importante del Concejo Municipal no estaba dispuesto a resignar el centro de convenciones, que "se necesita imperiosamente en la ciudad".
La compra de pliegos no significa el compromiso directo de que el hotel será hecho por alguno de estos dos grupos, pero es un aliciente —más tratándose de empresarios locales—, muy importante para la vida del proyecto que en los últimos tiempos parecía extinguirse.
Incluso, la propuesta que había hecho el Ejecutivo en su momento, para costear la demolición por implosión de los grande silos (unos 160 mil pesos), que era mirada con cierto recelo por el Concejo, ahora será aceptada sin objeciones, tratando de no entorpecer la realización de un proyecto tan ambicioso.