OPERATIVO DE GREENPEACE CONTRA CELULOSA
Greenpeace denunció a la empresa de Capitán Bermúdez luego de tomar muestras de los vertidos arrojados al río Paraná y ser analizados en su laboratorio de la universidad inglesa de Exeter.
En el marco de la llamada "Gira Mundial contra la Contaminación", Greenpeace realizó ayer un operativo donde acusó a la empresa Celulosa Argentina, ubicada en Capitán Bermúdez, de contaminar el río Paraná. Con el propósito de simbolizar la responsabilidad de la firma —recientemente adquirida por el grupo Citicorp— productora de pasta y papel, la organización ecologista devolvió a través de una manguera los contaminantes hacia dentro de la planta. En el análisis de los efluentes vertidos —realizados sobre muestras extraídas durante el último año— se identificó la presencia de numerosos contaminantes, muchos de los cuales son persistentes, se concentran en los cuerpos de los organismos y provocan un amplio espectro de efectos tóxicos sobre los ecosistemas acuáticos y sobre la salud humana, como acciones teratogénicas, depresión del sistema nervioso central, daños en los riñones, el hígado y cáncer. Por este motivo, Greenpeace presentó una demanda penal en los Tribunales Federales contra la firma y aprovechó la oportunidad para enfatizar la necesidad de frenar los vertidos de elevada polución a los cursos de agua.
Según revela el informe elaborado por Greenpeace "los daños a la salud humana de la región, causados por la concentración de estos contaminantes en los cuerpos de los peces que forman parte de la dieta, no han sido evaluados. Sin embargo, está comprobado que muchos de los contaminantes hallados en los efluentes de Celulosa no sólo son sumamente tóxicos sino que además no se degradan fácilmente y, por ende, resultan una amenaza a los sedimentos y organismos acuáticos, que se prolonga durante años". Verónica Odriozola, dirigente ecologista y miembro de la comitiva que en la última semana recaló en las costas rosarinas a bordo del barco de Greenpeace —tripulado por el capitán del buque hundido por la marina francesa el año pasado mientras se realizaban las pruebas nucleares en Atolón de Muroroa— expresó que "Celulosa Argentina debe hacer de inmediato los cambios necesarios para dejar de contaminar el Paraná. No hay derecho a envenenar el río ni la salud de gente".
Mientras estaban realizando el "escrache" ecológico, dos efectivos policiales se aproximaron a los integrantes de la organización ecologista—que estaban instalando un cartel que advertía sobre los peligros de los líquidos vertidos por Celulosa— para identificarlos.
Asimismo la organización instó a la secretaria de Medio Ambiente de la Nación, María Julia Alsogaray, "a adoptar un compromiso político que tienda a establecer y llevar adelante eficientes mecanismos de control que se ocupen de revertir situaciones como la que se pudo verificar en Capitán Bermúdez".
Parada frente a una de las bocas de salida de los efluentes, Odriozola sostuvo que "encontramos contaminantes sumamente tóxicos, muchos de ellos ni siquiera contemplados por la legislación". En este sentido, opinó que "Celulosa es una empresa que no tiene excusas porque tiene posibilidades de hacer un cambio tecnológico que no demanda demasiado esfuerzo".
La lista negra (SUBTITULO)
Greenpeace tomó muestras de los vertidos y de los residuos sólidos arrojados al río Paraná y los analizó en su laboratorio de la universidad inglesa de Exeter. Los resultados obtenidos fueron los siguientes:
* Guiaicoles clorados: se identificaron seis clorados y uno no clorados. Debido a su resistencia a la degradación están entre los compuestos orgánicos más persistentes. Se forman habitualmente durante el blanqueo con cloro de la pasta de papel. Se conoce que se bioacumulan hasta 1000 veces en los tejidos animales y se probó la inhibición a la función renal en ratas.
* Fenoles clorados: se identificaron el diclorofenol y triclorofeno que son compuestos con amplios efectos tóxicos, incluidas acciones teratogénicas y cancerigenas. La exposición del primero de los nombrados
por plazos prolongados o de manera repetida puede provocar daños permanentes en la piel, los ojos, el hígado y los riñones.
* Alquilbencenos: aparecen en el medio ambiente debido a su presencia en el petróleo crudo y los productos derivados de él. Su exposición aguda puede provocar depresión del sistema nervioso central, con alteraciones a los tiempos de reacción o la perturbación del habla, así como la irritación de ojos, mucosas y quemaduras en la piel.
* Cloroformo: utilizado generalmente como solvente y para el blanqueo de pasta de papel, afecta el sistema nervioso central, los riñones, el hígado y aumenta las probabilidades de cáncer de colon y de vejiga. Según se afirma en el estudio "los análisis demostraron la presencia de un amplio espectro de compuestos organoclorados que son actualmente vertidos por Celulosa Argentina al río Paraná. Sin embargo, es posible eliminar estas descargas empleando agentes de blanqueo totalmente libres de cloro".