FEDERICO PAGURA, OBISPO METODISTA
Acaba de ser nombrado copresidente del Consejo Mundial de Iglesias, que representa a más de 400 millones de fieles protestantes. El obispo Pagura, como se lo conoce, repasa algunos aspectos de su vida y de su fe.
Por César Seveso
Federico Pagura tiene 75 años. A pesar de que nació en Arroyo Seco ha recorrido casi todo el mundo. En 1973 estuvo en Mendoza ayudando a los refugiados chilenos que escapaban de la dictadura de Augusto Pinochet. Recientemente estuvo en Zimbawe, donde fue nombrado copresidente del Consejo Mundial de Iglesias, una comunidad que reúne a 339 cultos de 120 países y que representa a más de 400 millones de fieles protestantes, ortodoxos, anglicanos y de iglesias independientes. Es también obispo emérito de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina, creada en Inglaterra en el siglo XVIII pero que ya tiene cerca de 150 años afincada en la historia del país. En diálogo con Rosario/12 repasó algunos aspectos de su vida, de su fe y de las posibilidades de que, a través de la tolerancia, se produzca un productivo encuentro entre todas las religiones.
�¿Cómo es ser metodista en un país de católicos?
�En realidad, para nosotros no es tan extraño moverse en un trasfondo católico porque ya el movimiento metodista lo tuvo que hacer en un contexto anglicano. Y en esto descubrimos elementos fundamentales con el catolicismo, casi de vida o muerte, que nos son comunes y otros elementos secundarios que nos diferencian, que postergaremos su discusión para más adelante. Junto con católicos, ortodoxos, anglicanos y más aún con judaistas, israelitas, musulmanes y con hombres y mujeres de pensamiento secular estamos enfrentando las mismas crisis y problemas que nos toca enfrentar a nosotros como metodistas.
�Estas diferencias con el catolicismo, ¿por dónde pasan?
�El mundo se está dividiendo entre los que creemos en un orden ético y moral de fe en un Dios que es principio y fin de este mundo y por otra parte un concepto de la vida y de la historia que puede jugar con los elementos éticos en términos muy secundarios, casi insignificantes, porque se trata de desarrollar una civilización superficial, que juega con el ser humano como cosa, como objeto y no como sujeto.
�¿Metodista se hace o se nace?
�Nací en familias de tradición católica, mi abuelo paterno fue un inmigrante del norte de Italia que llegó a la Argentina por los años '20 con una fe católica muy firme pero muy crítica. Por la simple lectura de la Biblia llegó a tener una experiencia religiosa muy profunda y se constituyó en un reformador sin saber que había existido la Reforma, un Lutero o un Calvino en el pasado. Pensaba que estaba descubriendo un mundo nuevo y de pronto se encontró organizando una comunidad de fe porque entró en conflicto con el sacerdote de aquella época que no tenía mucho de ecuménico ni de tolerante con otras expresiones de la fe. Por parte materna, tengo orígenes españoles, también católicos, y descubrí recientemente que existió un antepasado toba que en cierto tiempo fue visto con timidez y vergüenza dentro de la familia.
�¿Cuántos metodistas hay en la ciudad?
�Esta es una pregunta no muy fácil de responder. La gente se mueve y se traslada de un lugar a otro tratando de sobrevivir a las crisis económicas, sin embargo diría que el metodismo forma parte de las iglesias más pequeñas, a grosso modo nuestra iglesia no debe llegar a más de 4 o 5 mil miembros. Nacimos como movimiento más que como iglesia institucional y seguimos conservando algo de esto, no queremos institucionalizarnos de tal manera que nos encerremos en nosotros mismos, aunque esto vaya en contra del aumento de los fieles. Pero, no es el número la cuestión, es la calidad lo que importa.
�De los metodistas se dice que llevan una vida muy estricta, ¿esto es verdad?
�En los orígenes fuimos muy disciplinados. Los Wesley, que fueron los fundadores del metodismo en Inglaterra, recomendaron abstención de las bebidas blancas y mucha moderación en cada uno de los aspectos de la vida, algo que trasladaron luego a América del Norte. Sin embargo estamos ahora en otra generación, vivimos una tensión entre dos formas culturales (la latina y la de los padres fundadores) y tratamos de ser moderados en nuestras costumbres y en la manera de pensar. "Examínenlo todo y retengan lo bueno", como decía el apóstol Pablo en una de sus cartas. Bebo poco, jamás probé el tabaco y en lo sexual fui educado para no llegar a los abusos.
�¿Cuál es su versión de Cristo?
�Alguien que no vino con exclusividad para los poderosos y los sabios. Lo interesante es que trató a la gente sin excepciones y sin privilegios, esto que hoy vivimos es una negación en muchas cosas de lo que Jesús enseñó. Cuando una sociedad se estructura para el beneficio de una minoría a costa de la exclusión y de la muerte de una mayoría está negando a Cristo que, para mí, es el mayor revolucionario de la historia.
�¿Cómo concibe la relación entre la religión y la política?
�Nos vivieron engañando diciéndonos que los religiosos sólo debíamos ocuparnos de lo espiritual, con lo que tiene que ver con el futuro más allá de la muerte y que lo otro le competía a los políticos, hasta me acuerdo de haber escuchado a Perón diciéndoles a los religiosos "ustedes no tienen que ocuparse de esto porque Jesús dijo 'mi reino no es de este mundo'". Pienso que mis asuntos son los asuntos de Dios, los niños, las mujeres, los hombres, los enfermos, los desocupados, todos los que sufren y padecen, como dijo una metodista norteamericana a fines del siglo pasado. No somos expertos en economía pero nos interesa las consecuencias de la economía en la vida de la gente; la política, la cultura, la educación y la religión forman una unidad inseparable, esto hoy se ve más claro que nunca.
�Lo que los religiosos predican ¿influye y es practicado por los creyentes o hay en este tema una doble moral?
�La religión es un arma de doble filo, uno nos libera de miedos, de temores y el otro de los filos reside en la medida en que nos encierra en nosotros mismos, nos ata, nos hace depender de factores mágicos, nos enajena y nos aparta de la realidad. A veces hablo con gente profundamente religiosa y cristiana a pesar de que se confiese atea y muchos que se dicen religiosos en la práctica han sido materialistas y ateos.
�Algo similar al opio de los pueblos, como decía Marx.
�Exactamente, aunque un sacerdote anglicano dijo esto mucho antes que Marx.
�¿Y cómo le fue?
�Bueno, en esa época pensar en estos términos era peligroso, no le fue muy bien.
�¿Cree que existe la vida más allá de la muerte?
�Sí, yo creo. Pero, saber en qué consiste es uno de los grandes misterios. Es algo nuevo que nosotros no podemos llegar a describir. "Muy poco sé de esa vida/más basta a mi escasa fe/ que Cristo lo sepa todo/y yo con él esté", dice una cuarteta que aprendí de joven cuando estudié teología.
�¿Y en la reencarnación?
�No me convence, son especulaciones muy complejas.
�¿Estaría a favor de la legalización del aborto?
�Sólo de una ley que sea humana, racional y que respete la posibilidad de que en ciertas situaciones el aborto pueda practicarse. Lo fuerte de la posición católica es insistir en la importancia de la vida, que no hagamos del aborto una práctica permanente para comodidad de la pareja que no quiere asumir su relación responsablemente. Pero, hay que evitar también caer en los dogmatismos, no caer en la rigidez en que cae la Iglesia Católica, estudiar caso por caso. A veces, cuando la religión es intolerante es una maldición.
�¿Qué opina acerca del celibato?
�Rechazamos el celibato impuesto, tal como la Iglesia Católica lo practica, tarde o temprano tendrá que revisar este aspecto. Creemos que puede ser una vocación personal respetable pero hacerlo una institución obligatoria es un grave error. A veces en lugar de ayudar al desarrollo de una vocación la confunde o la entorpece.