NO PUDO OPERARSE EN EL PROVINCIAL POR FALTA DE ANESTESISTAS

Un hospital sin remedio para el dolor

La crisis eterna del Hospital Provincial de Rosario vivió ayer un nuevo capítulo, cuando un hombre con un tumor maligno concurrió por cuarta vez para operarse y se encontró sin anestesistas.

Por César Seveso

Por cuarta vez en un lapso de tres meses Emilio Martínez, oriundo de San Genaro Norte, tuvo ayer que sufrir en carne propia la postergación de una intervención quirúrgica maxilofacial -con la que intentarán extiparle un tumor maligno- debido a que no había anestesistas en el Hospital Provincial de Rosario. El paciente y sus familiares tampoco fueron recibidos por el director del nosocomio, José Tossoni, sino por un abogado que les dijo que "era culpa de la provincia, de un ministro, se tiraban la pelota uno con otro", narró a Rosario/12 Marta, la hija de Emilio. Por la tarde, Tossoni explicó que "investigará a los responsables de este acto tan grave de negligencia". Sin embargo, la patrocinante letrada de los Martínez ya radicó una denuncia en la comisaría 1ª por abandono de persona y aguardará hasta el lunes próximo, fecha en la que les aseguran se realizará defnitivamente la operación, para continuar con las demandas legales. En julio del `98, en el mismo hospital se le practicó una cesárea a una joven apenas con anestesia local, debido a la falta de profesionales disponibles de esa especialidad.

Marta Martínez, 22 años, es hija de Emilio. Llegaron esta vez a Rosario gracias a una colecta organizada por los vecinos de San Genaro Norte cuando la odontóloga que los atendía en esta ciudad tomó la decisión de derivarlos al Hospital Provincial. La primera vez fue el 18 de noviembre del año pasado: no llegó a ser internado. Retornó nuevamente el 14 de enero: le dijeron que tenía que volver a San Genaro. Una semana después llegó la tercer oportunidad: no fue tampoco la vencida, a pesar de que tenía priroridad de quirófano. La cuarta vez que cruzó por los viejos pasillos del Hospital Provincial creía que sería la última. Sin embargo, ayer comprobó que sus esperanzas se escurrieron lentamente a partir de las 7, hora en que debía ser intervenido.

"Primero empezaron con que estaban de vacaciones, después que faltaba el anestesista. Esto ya no puede esperar más, yo tengo un tumor maligno en el maxilar pero no sólo a mí me pasa esto, creo que hay varios pacientes en mis condciones", confesó Emilio, de 47 años, visiblemente agotado por las demoras. Casi antes de volver a la habitación 104, que comparte con otros dos personas más, explicó que luego de que fuera echado de la fábrica de maquinarias agrícolas donde trabajaba se dedicó a hacer publicidad rodante. "El trabajo mío es la voz, ni eso puedo ya", agregó como apelando a un último recurso. A pesar de todo, tanto él como su hija reiteran continuamente que "no tenemos nada contra el resto del personal: médicos, enfermeras, especialistas, todos son muy buenos con nosotros".

Para que quede claro Marta también quiso repasar nuevamente el calvario. "En diciembre estuvo a punto de internarse, habían conseguido cama pero casi sobre esa fecha el jefe de anestesistas les dijo que no porque para esta fecha estaban de vacaciones, luego vinvimos el 14 y el 21 de enero pero no se hacían roesentes. Yo no puedo creer que habiendo 10 anestesistas en este Hospital no vengan dos para una operación", explicó. Ella también creyó, al igual que su padre, que ayer sería la última vez. El lunes pasado se internaron y a través del doctor Hugo Apiani, jefe del servicio de cirugía bucal, recibieron la garantía de parte del jefe de anestesistas de que la intervención no sería postergada por más tiempo. "Pasaron las horas y no se hicieron presentes, no dan ningún tipo de explicaciones pero cobran sus sueldos. Abusan de nosotros y, para mí no tiene ganas de trabajar. El cáncer está avanzando pero aún se puede salvar", dijo Marta visiblemente afectada.

Ellos exigieron durante todo el día que alguna autoridad del hospital los recibiera. Quisieron hablar con el director José Tossoni, pero no los quiso recibir. Sí, en cambio, lo hizo el abogado del hospital. "Acá tiene que haber algo que obligue al director a exigirle a los anestesistas que estén en las operaciones. Toda la mañana de hoy (por ayer) esperamos que el director nos atienda: primero fui sola, después con la abogada, no nos quiso dar una respuesta, hablamos con el abogado y nos dijo que era culpa de la provincia, de un ministro, se tiraban la pelota uno con otro", ejemplificó Marta.

La abogada a la que la hija de Emilio alude es Laura Modini que ya radicó una denuncia en la comisaría 1ª por abandono de persona. Además, un escribano ya labró un acta de constatación. "Acá se violaron garantías constitucionales y Pactos Internacionales en lo que respecta al acceso a la salud. Si el lunes no lo operan interpondremos una medida autosatisfactiva, similar a una medida cautelar, porque no se proveen los medios necsarios para la operación", sostuvo Modini.

Por su parte, Tossoni reconoció que Martínez debería haber sido operado "sí o sí indefectiblemente hoy (por ayer)" y aseguró que investigará "quienes son los responsables de este acto tan grave de negligencia absolutamente inaceptable. Sólo se pueden decir dos palabras mágicas, está despedido, y el día que podamos ehcar a los vagos y a los negligentes el hospital va a empezar a cambiar profundamente".