LA JORNADA DE REPUDIO AL GOLPE CONCLUYO CON UN ESCRACHE AL CORONEL POZZI

Para que quede en claro quién es

Luego del acto en plaza 25 de Mayo, una columna escrachó al jefe de Inteligencia del II Cuerpo de Ejército en la dictadura.

Por José Maggi

Más de tres mil personas participaron ayer del acto en conmemoración y repudio al golpe de estado del 24 de marzo del `76 que la Multisectorial Rosario —compuesta por organzaciones políticas, gremiales y sociales— y organismos de derechos humanos había convocado en la plaza 25 de Mayo. Una representantes por Abuelas, una por Madres y un joven de HIJOS fueron los únicos oradores. Las actividades de la jornada culminaron con el escrache al coronel retirado Edgardo Aquiles Juvenal Pozzi, quien habita el departamento del tercer piso del edificio de bulevar Oroño 1388, hasta donde llegó la multidud para repudiarlo. En el lugar los manifestantes fueron frenados por un vallado policial y una veintena de agentes femeninas que custodiaron el inmueble del represor, cuyo rostro se conoció públicamente gracias a una foto que publicara ayer Rosario/12 y que se multiplicó en decenas de carteles sostenidos por otras tantas manos anónimas.

Antes de los discursos en la plaza, las murgas aportaron colorido y el sonido de los tambores, aportando también una canción que hablaba de justicia, de cárcel y repudio a los asesinos. "El Murgariazo", como rezaba el pasacalles que los presentara, dejó pasos luego a las palabras de Marta Hernández Larguía, de Abuelas, quien confesó sentirse "acompañada por los pasos de tantos que hoy están con nosotras, abrazando la Plaza", recordó a "los hijos, y a los hijos de los hijos, y a los familiares y a los amigos", agradeciendo a "todos los que de algún modo siguen desde su lugar reclamando justicia y peleando por la memoria". Terminó pidiendo "por la unidad de todos los memoriosos para terminar con el país de la impunidad y construir una nueva Argentina".

Después fue el turno de Elena Belmont, de Madres, quien prefirió citar la poesía que describe a cada Madre como "una memoria, un érbol de hojas entre sombras, cada una levanta un continente, cada una es barranca ensangrentada, que tira fuego y amor, martirio vertical sobre su frente". El tercero en hablar a la multitud que se congregó en la plaza fue Eduardo Toniolli de HIJOS, quien recordando el slogan de la marcha expresó que "la dictadura terminó pero el proceso continúa, porque hoy los asesinos siguen libres, a pesar de haberle quitado la identidad a cientos y miles, y muchos de ellos ni siquiera han perdido su antigüos trabajos. Hoy el proceso continúa porque las cárceles están llenas de jóvenes sin empleo —agregó—, y los argentinos no pueden vivir dignamente. Mientras los candidatos hablan de reelección y de la violación de una cláusula constitucional, nadie se preocupa porque no se respeta el artículo 14 bis", denunció el hijo de Eduardo Toniolli, militante desaparecido en la Quinta de Funes y nieto de Fidel, presidente de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.

Después la multitud comenzó a desplazarse hasta su objetivo final, el domicilio del coronel Juvenal Pozzi. La columna, con una bandera de HIJOS encabezándola, tomó primero por Laprida, luego por Rioja hasta Oroño para detenerse frente el 1388. Allí fueron recibidos por un vallado —de caño y tejido pulcramente pintado de "azul policial"— atado con sogas para evitar que fueron removidos, detrás del cual se ubicaron veintiuna mujeres policías comandadas por el comisario Adrián Scardili. En el lugar Florencia Garat, de HIJOS, fue la encargada de reseñar el pasado del represor, mientras las ventanas de los departamentos del frente -especialmente el tercer piso-, eran observadas con detenimiento por los manifestantes. En ningún momento ingresó o salió alguien del edificio, y nadie se asomó desde sus balcones.

Florencia recordó el currículum que este diario publicara el último lunes y que daba cuenta que el hoy retirado conronel Juvenal Pozzi había sido el jefe del destacamento de Inteligencia del II Cuerpo de Ejército entre noviembre del `76 y octubre del `79 uno de los períodos más duros de la represión. "Fue responsable de la tortura, desaparición y asesinatos en las provincias de Corrientes, Entre Ríos, Chaco, Misiones, Formosa y Santa Fe. Y porque fuiste el encargado de determinar los blancos y el destino de los mismos, y responsable de los campos clandestinos de detención de Funes, Fábrica Militar de Armas, Batallón de Comunicioens 121, La Calamaita, La escuela Magnasco y la Ribera" —reseñó." Y por la muerte de cientos de hombres que querían un mundo mejor sin chicos en la calle y sin hambre y porque fuiste el arma, el ejecutor de los grandes grupos económicos, como Swift Celulosa y Paladini entre otros, que fueron y son responsables de la miesria que sufre hoy nuestro pueblo" denunció Florencia.

Luego quedó espacio para el recuerdo, cuando los nombres de decenas de desaparecidos fueron recordados por un altoparlante y recibidos con claveles rojos al aire y el grito de ­presentes! Jorge Novillo, Eduardo Toniolli, Oscar Medina, Marta María Forestello, Cristina Plana, Rubén Ponce de León, Marta Diez, la Familia Labrador, Sergio Jalil, Carlos Belmont, fueron algunos de los recordados. Sobre el final Elsa Garat, también recordó emotivamente a Eduardo Garat otro desaparecido y "a todos los compañeros".