AMSAFE Y EL CASO DE LA DOCENTE QUE ROMPIO BOLSA EN EL AULA
"Hablan de la calidad educativa cuando tenemos un gran porcentaje de gente que está yendo a trabajar enferma", dice Amsafé.
Por César Seveso
El caso de Daniela Comba —la maestra reemplazante embarazada de la Escuela 107 de Rosario, que rompió bolsa en el medio de una clase— para la Asociación del Magisterio de Santa Fe (AMSAFE) es la punta del iceberg de una larga lista de docentes con patologías psiquiátricas y traumatológicas. "Hablan de la calidad educativa cuando tenemos un gran porcentaje de gente que está yendo a trabajar enferma. Entonces ¿qué es lo que la ministra Stanoevich entiende por calidad educativa?", se preguntó Rogelio Retamoso, secretario de Prevención y Acción Social de Amsafé Rosario. Para el gremio, los artículos 8, 11 y 15 del Régimen de Licencias son "perversos". Como ejemplo Retamoso, Pablo Astún y Zulema Rentería citaron ayer en diálogo con Rosario/12 el de una maestra de Villa Gobernador Gálvez que, por no perder el presentismo, falleció de meningitis en 1995.
El decreto 4597, del año 1983 —y sus posteriores modificaciones que lo han convertido en un extenso documento que supera los 60 artículos— es el que fijó el Régimen de Licencias para todos los maestros de la provincia de Santa Fe. Particularmente, los tres integrantes de la comisión directiva de Amsafé aludieron a los artículos 8, 11 y 15.
Según explicaron, el primero de estos es el que trata sobre los accidentes de trabajo. "Los docentes no tenemos ninguna cobertura porque cuando sufrimos un accidente dentro de la escuela o en el trayecto que va de la casa al trabajo no está previsto ningún tipo de cobertura asistencial ya que el IAPOS no autoriza ninguna orden sobre traumatologías o caídas porque no tiene ningún convenio con el Ministerio", opinó Retamoso.
Mientras tanto, "el docente pierde el presentismo. Hasta que Asuntos Jurídicos dictamine que fue un accidente de trabajo. Pueden pasar uno, dos y hasta tres años. Es un castigo: te accidentaste trabajando, te descuentan el presentismo y no te dan cobertura médica", resumió Astún. Como ejemplo recordaron el caso del maestro Carlos Gómez que trabajaba en una escuela de la zona oeste de Rosario cuando en 1996 se le cayó, debido a la precariedad edilicia del establecimiento, el taparrollos de una cortina sobre su cabeza. "Tuvo hundimiento de cráneo con pérdida de masa encefálica y ya lleva tres operaciones", fue el parte médico que brindaron los sindicalistas.
En tanto, el artículo 11 del Régimen de Licencias es el que dictamina una antigüedad de 10 y 18 años para acceder a tareas diferentes transitorias o definitivas. Por ejemplo, la maestra es autorizada a abandonar por enfermedad sus tareas frente al curso para desempeñar tareas administrativas mientras se recupera de su enfermedad.
Las primeras expiran a los dos años mientras que las segundas, por la patología que presenta el docente, lo excluyen de volver al curso. "Que fijen esta antigüedad es lo perverso porque no se le puede poner edad a la enfermedad y porque tenemos una larga lista de maestros que al no encuadrar dentro de esto corren el riesgo de quedar cesantes", explicó Rentería.
Por otra parte, el artículo 15 alude a la continuidad que necesita el reemplazante para acceder a la licencia. La aplicación estricta de esto fue el que desencadenó la perdida del líquido amniótico de Daniela Comba frente a sus alumnos. "Los médicos laboralistas del Ministerio de Educación presionan a los maestros para que no se tomen una licencia. Entonces, si por enfermedad corren el riesgo de perder el presentismo de 80 pesos, parte importante dentro del sueldo de bolsillo, la gente va a trabajar como puede", afirmó Retamoso.
El caso más grave fue el de Cristina Trossero, la maestra de Villa Gobernador Gálvez que falleció de meningitis en 1995 porque enferma y días antes del receso invernal asistió a clases "y no se hizo atender para no perder el presentismo", agregó Rentería.
En 1998, los dirigentes de Amsafé escucharon en una jornada a la que asistieron los jefes regionales de Salud Laboral del Ministerio que los encargados de esta repartición decían que bajaron el ausentismo. "Pero lo único que hicieron fue control de ausentismo y no medicina preventiva. No es que menos docentes se hayan enfermado sino que concedieron menos licencias", concluyó Astún. Y Retamoso concluyó: "Hablan de la calidad educativa cuando tenemos un gran porcentaje de gente que están yendo a trabajar enfermos. Entonces ¿de que calidad educativa está hablando la ministra?".