PIDEN QUE SE REVISEN LOS LUGARES DONDE SE HARAN PUENTES SOBRE EL PARANA

Una obra con impacto ambiental

Un estudio hecho por los ambientalistas Carlos Giuliani e Inés Malvarez, señala que la construcción del enlace vial Rosario— Victoria provocará una repercusión de "significativa magnitud".

Los escasos puentes que se levantarán en el enlace vial Rosario-Victoria (el 80 % de los 59,3 kilómetros de traza son terraplenes) provocará un impacto ambiental de "significativa magnitud" en una amplia zona de las islas del Paraná, de acuerdo a las conclusiones de un estudio elaborado por los ambientalistas Carlos Giuliani e Inés Malvarez. El trabajo fue presentado ante el Comité de Seguimiento de Impacto Ambiental del enlace, un ente creado por la provincia de Entre Ríos y que integran autoridades del Ejecutivo de ese estado y de la Municipalidad de Victoria (ver recuadro). Con la obra en marcha y a un mes de que comiencen a plantarse los pilotes del puente principal, parece casi imposible que se tengan en cuenta las sugerencias planteadas por los especialistas para prevenir futuros daños. "Pretendemos al menos que se revisen los lugares donde se harán los puentes y se logre un poco más de transparencia en el trazado", indicó Giuliani a Rosario/12, es decir mayor cantidad de paso libre para el agua del Paraná, modificando los terraplenes.

El estudio de impacto ambiental destaca que la conexión física entre Rosario-Victoria tiene una longitud de 59,3 kilómetros de los cuales solo el 20 % son puentes. El resto está constituído por un terraplén que "va ha producir un impacto negativo de significativa magnitud en el delta, donde la principal acción mitigatoria sería un incremento importante de las "transparencias" en dicha obra y cuyos fundamentos, analizados de acuerdo a evaluaciones de impacto ambiental, y que se mencionan a continuación fueron presentados al Estado para su consideración:

Adecuar una estructura de diseño fijo y estable (puente- terraplén) a un sustrato dinámico en permanente cambio (río-islas), es un objetivo difícil y complejo, con grandes probabilidades de generar efectos adversos importantes sobre el medio o, inclusive, sobre la obra en sí misma. El sustrato sobre el que se diseñó la traza está constituída por la planicie aluvial actual del Paraná, sujeto, por lo tanto, a los efectos hidrológicos de éste y de sus distributarios. El intento de adecuación de la obra sobre la base de construir "transparencias" sólo sobre los cursos de agua permanente es demasiado simple e ignora las características principales de cualquier llanura aluvial, cuanto más la del río Paraná, de una extensión y complejidad con pocos equivalentes en el mundo.

Dos aspectos no son tenidos en cuenta. El primero es la heterogeneidad espacial de la planicie, el segundo es la heterogeneidad temporal. Son los causales principales de la alta biodiversidad que presenta la región y de su riqueza en recursos naturales.

* Cuatro zonas: A lo largo de los casi 60 kilómetros, la traza atraviesa cuatro zonas diferentes con distintas morfologías del paisaje, comportamiento hidrológicos y atributos de la flora y fauna. Por lo tanto, el diseño debió contemplar la respuesta de cada una. La diversidad ecológica presentada por cada una de ellas, así como su sensibilidad ante los cambios a suceder es distinta y, por lo tanto, sus características diferenciales debieron ser tenidas en cuenta. Si ello no fue así, lo mejor es ahora adoptar el criterio de generar la menor interferencia posible con los flujos de agua, sedimentos y organismos y con los procesos que operan en ellas.

Las características de las planicies aluviales en general y de la del Paraná en particular, determinan que se conforme una compleja interconexión entre lagunas, bañados, cursos temporarios y cursos principales por la cual se efectúa esta circulación. Agua, sedimentos, nutrientes y organismos atraviesan de esta forma la planicie, por lo cual todo terraplén constituye una interferencia importante. El caso de esta obra, que se conforma como una serie de terraplenes con reducidos pasos intermedios, actuará como un sistema de represas afectando sin duda la región entera, aguas arriba y aguas abajo.

* Biodiversidad: Un sistema de pasos construídos sólo para el agua de los cursos permanentes asegura en el mejor de los casos la circulación de los organismos esencialmente acuático (tanto de flora como de fauna). Sin embargo, gran parte de la enorme diversidad que caracteriza a la región está dada por las especies típicas de los humedales, que necesitan tanto de ambientes acuáticos como terrestres o de aquellos con régimen temporario de inundaciones. Esas especies verán afectados sus desplazamientos. Además debe tenerse en cuenta que las planicies aluviales no son estructuras estables que se mantienen en equilibrio permanente. Se forman a lo largo del tiempo en condiciones muchas veces diferentes a las actuales y están en un ajuste permanente a través de procesos de sedimentación y erosión. Esto determina entre, entre otras cosas, que los cursos de agua se desplacen permanentemente a través de la planicie. Los meandros de los ríos migran y los cauces se desplazan de manera tal que las estructuras fijas que, eventualmente se adaptan al diseño que presentan actualmente, no serán funcionales en un futuro.

* Crecientes: Otro rasgo que caracteriza a los sistemas fluviales como el del Paraná es el régimen de pulso. Los pulsos de creciente y de bajante regulares generan así un cuadro cambiante a través del año. Durante las crecientes los cursos temporarios se activan, las lagunas y los bañados se interconectan y de ese modo se movilizan hacia las porciones inferiores de la cuenca. En ese momento, prácticamente toda la planicie está cubierta por el agua de alguna manera, la morfología interna de cada unidad determina la velocidad con que se drena. Obviamente, no es la misma en todos los casos. Al interferirse este lento drenaje por la construc- ción de terraplenes, se afectará el pasaje de sedimentos y nutrientes, las características de los ecosistemas van a cambiar y con ello la composición de especies que presentan actualmente.

* El Niño: Las planicies aluviales pueden ser afectadas por "eventos externos". Estos son eventos de enorme magnitud en comparación con las crecientes o bajantes regulares, que suelen presentarse con baja frecuencia, un ejemplo para la región es la inundación extraordinaria que acompañó al fenómeno de El Niño ocurrido entre 1982/83. El sistema de terraplenes a construirse puede llegar a constituir una barrera muy importante durante uno de estos eventos. Cabe recordar que durante la inundación del `82/83 se enfrentó una situación de este tipo en el complejo Zárate-Brazo Largo, que debió ser mitigada con la voladura de porciones del terraplén. En el presente caso la situación sería más grave ya que la obra se implanta en la vía principal de drenaje de las aguas del sistema del río Paraná.

Asimi