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Yo me pregunto

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El genio de la botella

Los círculos más sofisticados de Manhattan ya tienen hobby nuevo: comprarse un gatito con forma de botella. Pero de carne y hueso. La idea fue de un japonés que prefiere mantener su identidad en el anonimato y ofrecer su servicio vía Internet. Quienes entren a bonsaikitten.com podrán acceder a una detallada explicación del método que se ha ganado el repudio de cuanto organismo defienda el derecho de los animales. El breve texto con que el japonés anónimo intenta captar clientes dice: “Restringiendo físicamente el crecimiento de un ser vivo, se lo puede forzar a tomar la forma del recipiente en el que se lo introduce. Una vez desarrollado el animal, se rompe el frasco ¡y ahí está la mascota que siempre quiso, con la forma que usted quiera!”. Al parecer, la empresa Bonsai Kitten trabaja por encargo: uno llama, elige la botella y el gatito que quiere y ellos se encargan de meter al animal recién parido en el envase, alimentarlo a través de un catéter, limpiarlo diariamente para que no se ahogue en sus propios excrementos y, una vez que se le calcifican los huesos, romper el vidrio. Como si esto fuera poco, la empresa se da el lujo de ejercitar su cinismo asegurando que la cosa no es tan grave, ya que estudios de diversas universidades han comprobado que los gatos vuelven loca a la gente. Empezando por ellos, ¿no?

Las invasiones inglesas

Mientras en las embajadas europeas en Buenos Aires se forman colas desde las tres de la mañana para conseguir ciudadanías extranjeras, los europeos piensan en venir por estos pagos, al menos de vacaciones. Según publicó el domingo pasado el suplemento Style del Sunday Times británico, el centro de la pachanga mundial se trasladó de Ibiza a... Punta del Este. Para empezar, el diario describe el balneario uruguayo como “una cruza entre la Riviera francesa y las islas Baleares”. Acto seguido, se dedica a enumerar los motivos por los que el lugar es un auténtico paraíso para quienes anden en busca de un poco de parranda: chicas que son “más neoyorquinas que las de Manhattan”, modelos “perfeccionadas por medio de la cirugía estética”, “niños de buenas familias”, boliches en los cuales “la gente está vestida de gala” y playas “en las que todos parecen famosos”. Claro que para los muchachos del Sunday Times todo esto tiene un precio. Además de aclarar que “la gran diferencia con Ibiza es que acá nadie se cubre de espuma blanca ni anda cogiendo en los arbustos”, el diario dice: “El lugar más exclusivo es José Ignacio, un pueblo pequeño sin hoteles; es decir que, para hospedarse ahí, no queda otra que alquilar una chacra ecológica por 50 mil dólares”. Es cierto que el pueblito uruguayo no es lo más gasolero de la Banda Oriental, pero si eso es lo más barato que consiguieron los ingleses, un aplauso para los de la inmobiliaria de José Ignacio que escondieron las casitas que este verano no conseguían alquilar a nadie porque pedían tres lucas.

Plan del espacio sideral

De haber vida en Marte, mejor que se vaya preparando para una invasión de cucarachas. La NASA ya decidió los pasos a seguir en la inminente colonización del planeta rojo y, por lo que se sabe, van más allá de lo que cualquier trasnochado pueda imaginar. La escalada comenzará en el 2005 con el lanzamiento del primer viaje tripulado. La tripulación encargada de abonar el terreno para el posterior desembarco de la raza humana no estará conformado por lo más selecto de la astronáutica mundial, sino por un numeroso contingente de cucarachas, resistentes bacterias antárticas y escarabajos mastica-rocas, que se instalará cómodamente en la superficie para liberar dióxido de carbono en la atmósfera marciana. De este modo, se formará la primera colonia viviente en una atmósfera 200 veces menos densa que la de la Tierra. En una asamblea de la NASA donde se discutieron estrategias para hacer habitable a Marte para los seres humanos, Charles Cockell –un microbiologista de Cambridge– ofreció el argumento final que acabó redondeando las ventajas del asunto: “Las cucarachas son una manera excelente de controlar biológicamente los niveles de desperdicios. Cuanto antes lleguen, mejor”, dijo. Para testear sus reacciones al ambiente marciano, los investigadores sometieron un grupo de cucarachas al vacío. Al ir descendiendo la presión, las cucarachas dejaron de moverse y sus cuerpos aumentaron al doble de su tamaño. Pero se acostumbraron enseguida y no demoraron en poner huevos. A esto se le suma el hecho de que los voluminosos cuerpos de los insectos muertos sirven como alimento para las bacterias antárticas y los escarabajos. Y después llegamos nosotros y nos quejamos de las cucarachas.

 

Fe de erratas Las fotos de Luis Sepúlveda publicadas en el número de Radar del 25 de febrero pertenecen a un amigo de la casa, el argentino residente en París Daniel Mordzinsky, quien también tendrá a su cargo la dirección de fotografía de la película que Sepúlveda se apresta a filmar en Salta, Ninguna parte. Y todos aquellos que se hayan preguntado la semana pasada qué tiene que ver Catherine Zeta Jones con Daft Punk, sepan disculpar: la Jones no tenía nada que ver con los muchachos de casco perenne, pero no disfrutar una foto de la señora Douglas es de aparato, ¿o no?

 

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