En la noche del miércoles en el exterior de la Cámara Criminal hubo vigilia. A casi cuatro años del asesinato de Marcela, sus hermanas Judith, Gabriela, Carina y Laura Chocobar contaban las horas para conocer el fallo.

“Cuando te busco no hay sitio en donde no estés” se escuchaba a través de los discretos parlantes que pasaban música mientras las personas comenzaban a llegar. Las banderas y el rostro de una mujer exponían el motivo de la reunión. En Río Gallegos, las estaciones no se distinguen, todo el año es invierno por eso las bajas temperaturas y la humedad de esa madrugada no amedrentaron a quienes quisieron acompañar a la familia de esta mujer trans asesinada a los 26 años, que hoy sigue sin tener un lugar donde dejarle una flor.

El juicio comenzó el 21 de mayo, y por calendario judicial, se extendió durante cuatro semanas. Fueron cinco audiencias, declararon más de 40 testigos. Una de las más importantes no estuvo, Cindy Morena, quien estaba con Marcela la última noche que se la vio con vida, no pudo ser ubicada.

Había pasado media hora del horario previsto para el jueves 13 de junio cuando Jorge Yance, presidente de la Cámara en lo Criminal de la Primera Circunscripción Judicial, leyó el fallo: Oscar Humberto Biott, autor del delito de homicidio calificado por odio a la identidad de género (Artículo 80 Inciso 4 del Código Penal Argentino) con pena de prisión perpetua y Angel Emanuel Azzolini, autor del delito de encubrimiento agravado a la pena de seis años de prisión. 

Días atrás, en los alegatos, el abogado de las hermanas Chocobar había solicitado que se condene como autor directo a Biott y partícipe necesario a Azzolini, y la fiscalía había adherido. “El odio fue el motivo de la muerte”, había esgrimido el abogado querellante Carlos Muriete apuntando al modo en que estos se referían a la identidad de Marcela y recordando lo expuesto por el cuerpo de psicólogos que señalaba que el “quiebre emocional” en ambos sujetos se había producido tras conocer que Marcela era una mujer trans.

Por su parte, la defensa de Biott había planteado la nulidad del requerimiento de elevamiento a juicio y señaló que el expediente estaba “envenenado” en tanto que la defensa de Azzolini sostuvo que no existían pruebas que permitieran acreditar la acusación apuntando que sin cuerpo y sin autopsia, no podía haber condena. Ambas defensas habían solicitado la absolución.

FUE TRAVESTICIDIO

Durante la instrucción, la familia Chocobar pidió que la causa fuera elevada a juicio como homicidio agravado pero no fue escuchada y la causa llegó como homicidio simple. En la segunda audiencia, querella y fiscalía solicitaron el cambio de calificación y citaron el fallo histórico en el caso de Diana Sacayán.

“Se sienta un precedente como crimen de odio para uno de los acusados pero para nosotros, para la familia y la querella estaba comprobada la complicidad de Azzolini y es el que tuvo la menor condena, ya tiene cuatro (años) prácticamente adentro, Es amargo porque era la familia que estaba esperando que haya una condena justa”, expresó Paula Nauto de la agrupación Las Rojas - Nuevo MAS.

Esa amargura las hermanas Chocobar la expresaron con lágrimas y en sus palabras, a los medios y a las organizaciones. “Como amiga sentí una satisfacción de saber que quien cometió tan horroroso crimen tiene la máxima sentencia. Quienes conocimos a Marcela y formamos parte de su círculo sentimos que hoy descansa un poco más”, manifestó Delfina Brizuela, integrante del área de Diversidad de Género de la Secretaria Provincial de Derechos Humanos. no olvidó que “queda mucho por resolver, hay mucho por investigar y hay muchas personas que todavía tienen que estar sentadas en la silla de los acusados y ser condenadas”.

Es que el 6 de septiembre de 2015 cuando Marcela subió al Renault 9 que conducía Oscar Biott acompañado de Angel Azzolini, había una tercera persona, además esa noche en la cabaña estaba de visita Ramón Lazza. Asimismo, vale recordar que Adrián Fioramonti, amigo de Oscar Biott, inicialmente fue detenido pero quedó sobreseído por falta de mérito. Inclusive los estudios realizados por los peritos dan indicios de una tercera persona ya que en el saco de Marcela además del ADN de ella y de Biott, hay un tercer perfil que no pudo ser identificado.

Al día de la fecha, se desconoce cuál fue el modo en que dieron muerte a Marcela. De su cuerpo sólo se hallaron, el 14 de septiembre de2015 en el Barrio San Benito, dos huesos, correspondientes a metatarso y metacarpo y el cráneo despellejado, el cual fue seccionado post mortem.

EN TU NOMBRE

Los ahora condenados están detenidos desde el 18 de abril de 2016, Biott tendrá prisión perpetua y Azzolini mucho menos de seis años, que podrían haber sido 15. Ese fue el planteo del juez Cabral que no prosperó ya que el resto del tribunal tomó a consideración la edad del acusado y de la ausencia de antecedentes.

El fallo de Yance, Cabral y Arenillas tiene varios puntos, uno de ellos se destaca, solicitan al Tribunal Superior de Justicia de Santa Cruz la creación de una fiscalía destinada a la investigación de delitos de género y la realización de capacitaciones destinadas a los operadores judiciales relacionadas con los lineamientos para la interpretación de prueba en materia penal con perspectiva de género.

Aún faltan puntos por investigar, el cuerpo de Marcela aún no puede ser sepultado, pero se espera que el Tribunal Superior gestione y cree una fiscalía especializada, en su nombre.