La cadena de supermercados Emilio Luque está al borde de la quiebra. La firma tucumana, que tiene veintiún sucursales en el norte del país, informó que no puede pagar sueldos ni reponer mercadería. Entre los principales acreedores figura la AFIP. Están en riesgo 1200 puestos de trabajo. Los trabajadores realizaron manifestaciones en Tucumán y mantuvieron las persianas bajas en una decena de sucursales. Desde la compañía sostienen que la crisis está explicada por la sostenida caída en las ventas, la aceleración inflacionaria y los aumentos de tarifas. “Estamos pidiendo el pago de mayo y después vemos cómo va a seguir. El empresario Emilio Luque se reunió con autoridades del Gobierno. Todas las partes queremos la solución del conflicto y que mañana abran las puertas”, indicó Ramón Cano, del Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio.