El dólar cerró ayer a 43,65 pesos y anotó una merma de 42 centavos. El tipo de cambio mayorista se ubicó en 42,44 pesos y marcó una baja de 35 centavos. La estabilidad cambiaria no colaboró para generar nuevos aumentos de las acciones y los bonos. La bolsa registró una disminución de 0,5 por ciento y el riesgo país se elevó a 855 puntos (con un avance de 31 unidades). Las reservas internacionales terminaron en 64.436 millones de dólares, al computar una caída de 193 millones. 

El mercado cambiario hace semanas que muestra relativa estabilidad. El primer elemento que colaboró para contener las tensiones fue el anuncio del Banco Central de conseguir permiso del Fondo Monetario para intervenir con ventas de divisas en precios inferiores a los 51 pesos. Esto permitió bajar expectativas de devaluación y alimentar los negocios de corto plazo con la tasa de interés en moneda local. 

El segundo factor que ayudó para moderar las presiones de dolarización fue un clima financiero internacional más relajado para los países emergentes. La Reserva Federal (banca central de Estados Unidos) no bajó las tasas de interés pero hizo trascender que podría hacerlo en próximas reuniones de la entidad monetaria. La situación generó una fuerte entrada de capitales a economías no desarrolladas. 

Las menores presiones de dolarización permitieron dos situaciones en el mercado local. La primera fue la caída de la tasa de interés. El rendimiento de las Leliq se ubicó ayer en 63,84 por ciento anual. Se trata de una baja de casi un punto respecto del 64,62 por ciento de la jornada previa. La autoridad monetaria prometió a los bancos mantener un piso de tasa de al menos el 62 por ciento en lo que resta de junio. 

El otro cambio de tendencia se vincula con la posición de dólares futuros que tiene el Banco Central. Entre los operadores del mercado aseguran que la autoridad monetaria no sólo aprovechó esta caída de la divisa para cerrar sus posiciones de venta sino que empezó a embolsarse contratos de compra de dólar futuro. El Central parece estar preparando sus armas para los próximos meses en caso que retorne la dolarización masiva de carteras a medida que se acercan las elecciones. Se armó un colchón con la tasa de interés de casi 10 puntos (diferencia entre el 64 por ciento actual de las Leliq y el máximo del 74 que tocaron estas letras) y la posibilidad de no sólo comprar contratos de venta de futuro sino de salir a vender los contratos de compra.