La inesperada presentación de la fórmula Fernández-Fernández de Kirchner irrumpió en el panorama político y mediático y, de este modo, reconfiguró el escenario para las próximas elecciones. El periodista Mario Wainfeld conversó con los socixs de Página/12 y realizó un análisis sobre cómo quedó configurado el escenario político tras la presentación de las listas para los precandidatos de las PASO.
El columnista político realizó un diagnóstico ante una concurrida audiencia que se dio cita en el Café Cultural Caras y Caretas y estos fueron algunos de los puntos más destacados de la charla.

-¿Cómo se analiza un cierre de listas que se hizo entre el viernes y el sábado?

Propongo que se analice qué se hizo políticamente en los últimos meses. ¿Con qué se compara el cierre de listas? Mi lectura, la que me parece interesante, es cómo se fueron prefigurando las alianzas que están presentadas.

Frente de Todos

El cierre de listas se empezó a diseñar en el mismo instante en que Cristina (Fernández de Kirchner) anunció que no iba a ser candidata a presidente y que iba a integrar la fórmula junto a Alberto Fernández. Noticia que convulsionó a todo el escenario político y terminó dinamitando a Alternativa Federal y, a su vez, motivó un nivel de acercamiento con sectores numerosos del PJ, empezando por la inmensa mayoría de los gobernadores, la CGT y, también, con algún otro sector más o menos suelto.
Entonces, el Frente de Todos cerró con un nivel de alianzas que no tenía hace dos meses y parecía muy difícil de acordar. En ese sentido, es un cierre amplio.
El Frente de Todos armó listas disimiles en distintos distritos, es fácil notar las similitudes que existen entre la lista de la Ciudad Autónoma y la lista de Buenos Aires que corresponden, uno diría, a otra gramática, otra lógica de armado, listas súper pluralistas de centroizquierda con relativamente poca presencia del peronismo en los cargos que entran. En la provincia de Buenos Aires, la lista responde más a la característica bonaerense y, además, a un dato importante que es la entrada de Sergio Massa a la coalición.
En las elecciones a gobernador, el sector kirchnerista no entorpeció las posibilidades de ganar de la lista mayoritaria en prácticamente ninguna provincia, puede haber nacido alguna lista silvestre muy chica en algún lugar, pero a diferencia de lo que fue 2017 y aún 2015, no hay una proliferación de listas alternativas que haya hecho difícil la vida a los titulares de los territorios. Es decir que el Frente de Todos armó una coalición en la cual respetó mucho a los poderes territoriales que era la idea que tenía siempre en la cabeza Néstor Kirchner.
En una lista, ¿cuántos factores hay que tener en cuenta? Hay que poner candidatos vistosos, es decir, que se conozcan; también creíbles, que motiven al electorado. Hay que complacer a distintos sectores y, aparte, debe satisfacer la idea ética de todos y cada uno de los votantes o públicos. El Frente de Todos resolvió bien, a grandes trazos, logró tener una base de sustentación territorial y política amplia.

Macrismo

El macrismo, a su vez, resolvió su dilema interno de modo bastante pasable para las premisas que, imagino, tienen. ¿Por qué? Mantuvo a todos los términos de su coalición anterior, el macrismo tenía una coalición, está en un momento complicado, pero la mantuvo. No sumó a nadie, pero conserva a sus aliados y les paga bastante bien. El gobierno compensa al radicalismo o quiere compensar respecto de lo mal que lo trató en el gobierno. La Coalición Cívica también cobró bien, Lilita estuvo astuta, en el sentido que no tiene tantas pretensiones, pero cada banca que le dan a ella se la sacan al PRO.

¿Qué sacó (Miguel Ángel) Pichetto? Sacó tercera a Claudia Rucci como senadora bonaerense, no sé si logró sacar de la pista a Espert, pero en términos de sumar, tampoco sumó. Es decir, Cambiemos va con los mismos aliados políticos que tuvo antes. Después de cuatro años de gobierno no puede sumar a nadie. ¿Le alcanzará?

Consenso Federal

Me parece pintoresco, como para señalar esta intrínseca dificultad que hay para complacer, las dificultades que tuvo Roberto Lavagna con su lista y que es un problema inverso al que tuvieron que sortear las dos listas dominantes.
Las dominante tenían demasiados pretendientes para el número de cargos, Lavagna tenía poco tiempo y demasiadas pocas adhesiones para juntar todos los cargos que hay que poner en una elección nacional para pretender aspirar a algo. En su caso, tuvo una disputa fuerte entre Margarita Stolbizer y Graciela Camaño, que aspiraban al primer puesto en la lista de la provincia, y no lo pudo resolver. El algoritmo de Lavagna cómo funciona, lo primero que tenía que decir el algoritmo es que en una fuerza que tiene pocos aliados, tenía que contener a los dos, tenía que contener a una peronista tradicional y tenía que contener a alguien progresista que le da una pátina. ¿Cuánto valen esos votos? Creo que poquísimo, pero nunca cero.
Lavagna no consiguió tener figuras de relevancia en los distritos que le permitan sustentar su propia boleta, o sea, el destino Lavagna es Lavagna, es lo que él pueda convocar y es un poco la hipótesis de que la ancha avenida del medio ha quedado sin mayor originalidad. Mi impresión es que hay un escenario poco novedoso, hay una proclividad fuerte a la polarización entre el macrismo y el peronismo kirchnerista en los tres distritos más grandes de la Argentina (CABA, Provincia de la Buenos Aires y Nación).

¿Cómo queda conformado entonces el cuadro de la provincia de Buenos Aires?
Con intendentes de Cambiemos muy golpeados, con intendentes más fuertes de Frente de Todos, y el peso electoral que tiene María Eugenia Vidal y que nadie le puede negar. Massa, por su parte, tiene algo de votos ahí. ¿Por qué creo que va a haber polarización? Porque no hay una fuerza del medio y, además, me cuesta creer que Lavagna tenga la capacidad de retener los votos a nivel nacional entre la PASO y la primera vuelta, cosa que Massa sí consiguió. Creo que se perfila una tendencia a la dispersión del voto útil. En cualquier caso, hay que mirar otro dato importante: hay elecciones simultáneas en CABA y Nación. Esto no ha ocurrido habitualmente y cambia el escenario porque le resta un poquito de autonomía al voto porteño, si tal cosa existe, y propende al arrastre.
En la Capital hay dos tendencias divergentes pero, por lo pronto, hay un electorado atento con terceras o cuartas fuerzas, es el caso clavado de Luis Zamora.
Larreta hizo bien en sumar a Martín Lousteau como candidato a senador, una maniobra hábil, porque se congracia con el radicalismo y, al mismo tiempo, lo saca de la disputa. Con esto aspira a lograr algo que no consiguieron nunca, ni Macri ni Larreta, que es ganar en primera vuelta. Un detalle: ésta vez la tercera lista, a mi modo de ver, no existe. Entonces Larreta va camino a subir su techo, que ya es alto, y el Frente de Todos va en pos de subir también su techo. Una hipótesis viable es que ambos lo consigan en detrimento del resto de las fuerzas. En provincia de Buenos Aires, también hay tendencia a una polarización alta, con dos figuras que son taquilleras y, de este modo, se puede pensar en un escenario muy peleado.
Todo el escenario nacional y de los dos distritos más grande está dado para una altísima polarización, algo que el macrismo no quiso. Tal vez, el escenario de ballottage se presente en la primera vuelta, todo esto depende de la decisión del pueblo soberano. En conclusión, creo que el Frente de Todos ha mejorado muchísimo sus posibilidades, por lo que se plantea un escenario, cuanto menos, de paridad, de alta polarización y, sin duda, súper reñido, en el que se ponen en juego dos proyectos de país.