La joven que fue víctima de La Manada, los cinco hombres que la semana pasada fueron condenados a 15 años de prisión por violación múltiple y continuada durante los festejos de San Fermín de 2016, dio a conocer una carta pública para agradecer a quienes la ayudaron y acompañaron estos años, y pedir a las mujeres que no callen. “Contadlo, no les dejéis ganar a ellos", escribió hacia el fin de la carta, en la que contó que el proceso judicial de tres años fue “largo, intenso, y sobre todo agotador” pero que “llegado este momento, puedo asegurar que valió la pena”.

“Gracias por no haberme dejado sola”, escribió también la joven en la misiva que envió al Carlos Garayoa, del programa del canal Telecinco conducido por Ana Rosa Quintana, quien entrevistó en el piso a la abogada que llevó adelante la querella contra La Manada. La joven, detalló la letrada, “dice que está tranquila pero no puede alegrarse” porque “no piensa que todo ha terminado, sino que por fin le han creído”.

En la carta, la joven agradece “a todas las personas que desde el primer momento se involucraron para ayudarme”. “No puedo haber sido más afortunada con la calidad de las personas que me han ayudado. Desde aquel juez de instrucción que nunca dudó de mí, hasta el abogado que me tocó aquel 7 de julio de 2016, pasando, sin duda alguna, por la fiscal, médicos, policías, psicólogos y la pareja que me encontró. Son momentos en los que nadie sabe cómo actuar, pero vosotros lo hicisteis fácil”, escribió. Mencionó, también, lo importante que fue para ella el apoyo de las movilizaciones en Pamplona y Navarra, cuyas protestas y manifestaciones callejeras de apoyo a la denuncia, “formando un eco por todos los rincones de España” hicieron “más fácil que alguna vez pueda volver”. “Gracias por no haberme dejado sola”, manifestó la joven.

“Os estaré eternamente agradecida, pero yo no soy ninguna heroína, la fuerza para continuar, muchas veces, me la ha dado todo el calor y el apoyo que he sentido en este camino. No podemos olvidarnos que la lucha debe seguir y debemos ser el cambio que queremos en la sociedad, ya que esto le ha supuesto la vida a muchas compañeras. Recordad, contadlo, no les dejéis ganar a ellos", finaliza la carta.

Es la segunda vez que la joven, cuya identidad fue preservada durante todo el proceso judicial --y sigue siéndolo— para no revictimizarla, se dirige a la opinión pública mediante una carta abierta en ese programa. En junio del año pasado, había escrito una luego de que los tribunales concedieran la libertad provisional a los denunciados.

En esa ocasión, además de agradecer a su familia y a quienes la acompañaban en la demanda de justicia (“gracias por no dejarme sola, por creerme, hermanas”), advertía acerca de lo dura que puede ser la situación social para las víctimas. “Parece que si te violan tiene que llevar el cartel de violada pegado en la frente”, criticó entonces.

 

Por eso, en aquella carta alentó a las mujeres a denunciar. “Nadie tiene que pasar por esto. Nadie tiene que lamentarse por beber, hablar con gente en una fiesta, ir sola a casa o llevar una minifalda. Nos tenemos que lamentar todos de la mentalidad que tiene esta sociedad donde esto le puede pasar a cualquiera, os lo aseguro. Tened cuidado con lo que decís, no sabéis cuántas veces he oído hablar de ‘la chica de sanfermines’ sin saber que esa chica estaba sentada a tu lado. Por cierto, no soy ‘la chica de sanfermines’. Soy ‘la hija de’, ‘la nieta de’, ‘la amiga de’. Y, a lo mejor, ese ‘de’ sois unos de vosotros, así que, por favor, pensadlo antes de hablar”.