Mora Riel repasa el kit de herramientas con el que expande, rompe y proyecta el sonido de su Fender Jaguar negra: “Un Turbo Rat, un Reverb Holy Grail de Electro Harmonix, el Carbon Copy MXR que es fundamental en nuestro sonido y mi nueva adquisición, por el que todos me vienen a preguntar: un Fuzz War de Death by Audio. ¡La rompe!”, dice con entusiasmo adolescente. Después hace una pausa y vuelve a un tono más bajo: “Todavía la gente se sigue sorprendiendo de ver a una chica rockeándola”.

Desde 2011, Mora Delbene y Germán Loretti integran Riel, un dúo de post-punk y noise que suena sumergido en remolinos de fuzz de guitarra y golpes secos de batería, mientras la voz de ella es como un canto de sirena torturado colándose desde la habitación de al lado. Ahí está la referencia absoluta de Sonic Youth y la música independiente americana de finales de los ‘80. A simple vista, son dos millennials más apegados al arrullo rasposo de la púa recorriendo surcos que a la abundancia compacta y ligera de la era digital. “Somos bastante vintage: el vinilo y el casete son nuestros formatos favoritos, pero tampoco queremos ponernos caprichosos”, dice Mora. “Las posibilidades que nos da esta época para recibir información, grabar discos o salir de gira son impresionantes”, matiza Germán.

Se conocieron en 2002, con 12 años ella y 15 él. Tenían algunos amigos en común con los que empezaban a ir a sus primeros recitales. Tres años más tarde, cuando Mora compuso sus primeras canciones con una guitarra acústica, se las pasó a Germán —que tocaba desde hacía algunos años y estaba trabajando en un estudio de grabación— y se empezaron a juntar para tocar y darles forma. Después se convertirían también en pareja. “Nos une mucho el amor por Sonic Youth. Fue retomar las influencias que teníamos en común y compartir todo ese gusto por el noise”, dice Mora sobre los inicios de Riel. “A Germán siempre le gustó ese plan más minimalista, y yo me sumé a ésa. En ningún momento nos pusimos a buscar un bajo. Eso se convirtió en un desafío.”

Y el efecto de Riel resultó instantáneo. De aquellos primeros ensayos surgieron las canciones de Riel LP, su debut de 2012, y el resto fue veloz: esas ocho canciones fueron publicadas en vinilo por el sello inglés Alt Vinyl, haciendo posible su primera gira internacional por Inglaterra y Escocia. La siguieron tours por México, Paraguay, Uruguay y el interior del país. “Este es el estilo de vida que queremos y buscamos”, dice Germán. “Ojalá podamos conocer el mundo entero tocando.”

En noviembre pasado, Riel lanzó Sueño eléctrico, un tercer larga duración donde su rock minimalista de estirpe noise se acerca más que nunca a la alquimia eléctrica del vivo, ese pequeño fenómeno que los tiene bastante ocupados sumando millaje. Ahora se preparan para volver a México —Buen Día Records sacará allá Sueño eléctrico en vinilo y casete— y debutar en marzo en Estados Unidos, con paradas en Nueva York, Brooklyn, Los Angeles, San Francisco, San Diego y el festival SXSW. “No se encuentran muchas bandas como la nuestra, y por eso lo seguimos haciendo”, dice Mora Riel. “Hay bandas post-punk, hay bandas noise, bandas alternativas, pero sigo sintiendo que tenemos algo nuevo para dar.”

* Sábado 25 en Festipulenta 2017, C. C. Matienzo, Pringles 1249. A las 20.