A poco más de un año de la detención de Milagro Sala, un numeroso grupo de artistas inaugurará hoy a las 19 en el Centro Cultural de la Cooperación la muestra colectiva Libertad a Milagro: artistas visuales por una democracia sin presos políticos. Son más de 50 los que se unieron en un mismo grito, con pinturas, dibujos, esculturas, grabados, fotos y afiches. “Lo fascinante es cómo distintos lenguajes y materialidades arman una poesía visual, multiplicidad de sentidos pero también una sensibilidad común puesta en función de un reclamo”, expresó Juan Pablo Pérez, curador junto a Andrés Aizicovich y coordinador del departamento de Ideas Visuales del CCC (avenida Corrientes 1543).

Una suerte de manifiesto de la exposición explica: “Asumimos nuestro deber ético (y estético) repudiando la criminalización de la protesta social y la persecución política de los referentes populares, a sabiendas de que no hay democracia con presos políticos. Medio centenar de artistas visuales nos reunimos para reivindicar y fortalecer con imágenes, con herramientas y estrategias específicas del lenguaje del arte, articulaciones con los movimientos sociales y políticos que sostienen y reclaman la vigencia del Estado de derecho sobre los modos con que el actual Gobierno pretende acallar toda manifestación popular”.

Dentro de los trabajos que coparán dos de las salas del centro cultural hay varios elaborados por colectivos artísticos que vienen interviniendo en movilizaciones por la libertad de la dirigente social. Pero muchos surgieron de una convocatoria abierta. “Me emocionó enormemente el compromiso de los artistas. Desbordó lo que pensaba. De hecho, todavía estamos con el montaje porque son más de cincuenta”, contaba ayer Pérez a PáginaI12. “Nos estamos volviendo un poco locos, porque algunos hicieron objetos múltiples, series de varias imágenes u obras de gran tamaño, y el espacio con el que contamos no es tan amplio. Pero estamos tratando de abarcar todos los trabajos con la mayor libertad, heterogeneidad y amplitud, en función de aunar un único sentido”, sostuvo.

La lista de artistas que participan es obviamente muy extensa: Fernando Aita, Santiago Alonso, Ro Barragán, Eugenia Bekeris, Lucía Bianchi, Azul Blaseotto, Marcelo Carpita, Silvana Castro, Luciana Cevallos, Grupo Cimarrón, Colectivo de Comunicación Popular Abriendo Caminos, Leopoldo Estol, Magdalena Jitrik, Daniel Ontiveros, Colectivo de Serigrafistas Queer y Ernesto Pereyra son algunos. Pérez da a entender que faltaba esto: la voz de los artistas visuales en el conflicto, cuando ya se habían expresado músicos, poetas y teatristas; un reclamo “desde la especificidad de este lenguaje”.

Aparte de fotografías, objetos, esculturas, instalaciones, cerámicas, dibujos, pinturas y grabados, quienes se acerquen al CCC encontrarán “Arte urgente”, catálogo de la muestra que, dada la cantidad de obras expuestas y de artistas participantes, tiene una particularidad: es una especie de diario que acompaña, con palabras, lo que las imágenes gritan. Hay, entre otros, un texto de Sabrina Roth, vocera de la Tupac, y uno de Hernán Cardinale, artista y editor que viajó con la fotógrafa Julieta Colomer a Jujuy “para visitar barrios, vincularse con la gente de la organización y entrevistar a Milagro en el penal”. Colomer y Cardinale trajeron videos, fotos e historias. Parte del material integrará la muestra y otra parte se plasmará en un libro que será presentado el 10 de marzo en el CCC.

“La tensión entre las artes visuales y la política nos sigue atravesando hasta la actualidad y hay distintas posiciones. Una referencia es Walter Benjamin, para pensar si la discusión es estetizar la política o politizar el arte. Frente a esta última idea, de lo que no nos valemos es de ilustrar el discurso político, sino de producir tensiones entre la imagen y los discursos”, explicó el curador. Se podrán apreciar trabajos “de militancia”, como los afiches pensados para el espacio público: es el tipo de arte que reacciona “en la urgencia”, que se suma al “reclamo inmediato”. “Y hay obras más poéticas, metafóricas y abstractas, a las que el contexto de la muestra carga de sentido”, agregó Pérez. “Apelamos a una memoria, a ciertas tradiciones dentro de las artes visuales. Tomamos como punto de partida el afiche de Ricardo Carpani del 71, que pedía la libertad de Ongaro y Tosco. Nuestro punto de partida son las muestras de los sesenta y setenta, cuando los artistas se juntaban para reclamar la libertad de presos políticos en distintos procesos de dictaduras. Lo que nos aterra hoy es que sea en plena democracia”, concluyó el artista.