El ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, ratificó ayer los cambios en la orientación general del Conicet que son resistidos por buena parte de la comunidad científica. En una rueda de prensa en la sede del ministerio, Barañao sostuvo que el recorte en el número de vacantes para la carrera de investigador para la camada 2018 (será de 450, cercano al mínimo histórico de este año) y la preferencia por los “temas estratégicos y de tecnología” sobre “las grandes áreas de conocimiento”, se deben a un “cambio cultural” que debe poner por delante “el incentivo de la producción y el trabajo por sobre la excelencia académica”. Lo expuesto por el ministro fue ratificado por el presidente del Conicet, Alejandro Ceccato. Ambos negaron que el organismo vaya a ser intervenido y descartaron la ampliación del número de representantes de parte de rectores de universidades nacionales en el directorio, algo que había sido planteado por el ministro de Educación, Esteban Bullrich. De todas formas, ratificaron que se está “reconsiderancdo la gobernanza del Conicet”.