“Debemos resolver el hambre de millones de argentinos y también mejorar el alma a millones de argentinos”, dijo el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, en un acto convocado por más de 40 organizaciones y espacios culturales que respaldaron su postulación. “Comencemos a trabajar ahora, en la misma senda y con los mismos deseos para poner parte de la política de Estado a promover la cultura”, cerró Fernández, en la sala Caras y Caretas de la Universidad Metropolitana de la Educación y el Trabajo (UMET) repleta de referentes de todas las artes.

Antes, la cantante Susana Rinaldi había leído un documento elaborado por las organizaciones y “trabajadores de la cultura”, donde llamaron “a dar vuelta la hoja de esta realidad difícil” para las industrias culturales nacionales, con el apoyo de "políticas públicas de cultura, educación, ciencia y técnica y turismo con la inclusión federal como norte”. Las organizaciones también pidieron “terminar con la persecución de trabajadores y artistas que pensamos diferente”. La frase desató los aplausos de la sala.

Alberto Fernández se plantó desde su visión de “consumidor de cultura” y recordó la compra, como adolescente, del “disco simple” de Los Gatos y Litto Nebbia (presente en el escenario) que dio origen al rock nacional, y el placer de haber conocido luego a “Luis Alberto (Spinetta) y Emilio del Guercio”. Entre el público estaba también Rodolfo García, baterista del mítico Almendra.

El candidato repasó hitos de “la Argentina como generadora de la mejor cultura que no valoramos bien”. Incluyó a la “música tanguera”, al folclore -mencionó a Gustavo “Cuchi” Leguizamón y Armando Tejada Gómez-; el rock en castellano, al que sumó la fusión del rock pop de Soda Stereo y Virus; los artistas plásticos, las letras, y llamó a generar una “política para proteger a todos los que hacen cultura” porque “calma el alma”.

En el escenario, además de Nebbia, estaban referentes de distintas organizaciones como Alejandra Darín, Juan Leyrado y Juan Palomino (Asociación Argentina de Actores), miembros del sindicato de televisión (Satsaid), Daniel Santoro por los artistas plásticos, Carmen Guarini por los cineastas, y otros gremios vinculados a la cultura.

Fernández recordó que “el vuelo incuestionable” que dio el Gobierno anterior a la cultura “terminó frustrado” por la actual política de Cambiemos, que “ataca el consumo y maltrata la cultura”. Por eso, insistió en trabajar “por la protección de sus derechos como productores de las alegrías de argentinos y argentinas”. Y, como contrapartida, propuso “hacer eso entre todos, para darle a la cultura el lugar que corresponde para que los argentinos disfruten”.

El candidato contó de su apasionamiento por la cultura y el día que le propuso a Cristina Fernández dejar de ser jefe de Gabinete para pasar a la Secretaría de Cultura. “Cristina me sacó corriendo”, recordó.

Aunque nadie se había movido de sus butacas, el encuentro arrancó casi dos horas más tarde de lo previsto, con un Fernández demorado por los avatares de la campaña y "el deseo de selfies", se disculpó. Para amenizar la espera, Susana Rinaldi cantó un tango y se ganó el aplauso del exclusivo auditorio. Allí estaban, entre muchos otros, el dibujante Tute, las actrices Ana María Picchio, Laura Novoa y Julieta Díaz, el actor y músico Mex Urtizberea, a los que sumaron los candidatos porteños del Frente de Todos Mariano Recalde, Fernando “Pino” Solanas y Victoria Donda, además de la periodista y directora de Caras y Caretas, María Seoane, y el anfitrión, Víctor Santa María, secretario general del Suterh, del que depende la UMET.

El de Rinaldi no fue el único canto de la jornada. Alberto Fernández recordó que el domingo había sido el cumpleaños de Litto Nebbia y el público, los centenares de artistas que participaron del encuentro, lo celebraron con una versión del Feliz Cumpleaños con la música de la Marcha Peronista.