Llamamos a nuestra época, "época del Otro que no existe", tiempo en el cual declinan los grandes ideales que orientaban la vida de los sujetos y en su lugar el consumo, prima como imperativo. Se nos ofrecen diversos objetos de satisfacción para alcanzar una aparente felicidad a la que nos empuja nuestra época: gozar sin medida. Existe la ilusión de que los objetos de consumo colmarán el vacío estructural de los sujetos. Se impone así, un único y globalizado modo de respuesta al malestar, de la mano del mercado y para todos por igual.  

Dicho de otro modo, citando a Mercadal, el discurso de la época intenta unificar los modos de satisfacción, borrar las diferencias, borrar los restos que se producen en las hiancias de la particularidad de cada sujeto y que son causa de deseo. Esto genera un par: consumidores deprimidos. No la depresión en el sentido diagnóstico clásico, sino depresión como significante del malestar actual, que expresa la contracara de no poder responder al mandato de felicidad que impone el mercado, depresión como abstinencia de consumo.

Entonces, el mensaje del mercado es doble, detrás de la obtención de la felicidad al consumir, está la contracara de la depresión al no conseguirlo, ya que no existe el objeto adecuado, ideal, que pueda satisfacer por completo a un sujeto. Por ende, la no satisfacción aparece rápidamente y algunos sujetos manifiestan: estoy deprimido, cansado, agotado, sin ganas de nada.

Si nos remontamos a las raíces del psicoanálisis, podemos decir con Freud, que la felicidad no existe como estado permanente, sino por episodios, por contraste (1). Constatamos un malestar que es inherente a la cultura; por ser seres hablantes, por vivir en sociedad, resignamos un trozo de dicha para poder vivir con otros. Esta renuncia, necesaria, se traduce en malestar, en un vacío estructural que cada sujeto intentará bordear de alguna manera para hacer más llevadera su vida.

Desde el psicoanálisis, podemos pensar en una pausa, una pregunta, para detectar la medida subjetiva de la felicidad para cada quien.

(1) Freud, S. (1930) "El malestar en la cultura". Obras completas. P.72. Ed. Amorrortu, Buenos Aires, Argentina.

*Centro Clínica y Estudios en Psicoanálisis. Bell Ville. Córdoba.