La actividad económica registró en mayo una suba del 2,6 por ciento en relación al mismo período del año pasado, lo cual quiebra una racha de 12 meses consecutivos con bajas interanuales, según el Indec. Sin embargo, el avance sólo se concentra en el sector agropecuario y no tiene que ver con una dinamización del mercado sino con la mejora climática relativa a la campaña pasada, cuando la producción de soja se recortó en un 30 por ciento por efecto de una fuerte sequía. El informe oficial marca una suba anual de la actividad en el agro del 49,5 por ciento. En cambio, casi todo el resto de los sectores de la producción de bienes y servicios siguen mostrando fuertes caídas interanuales, a pesar de que el período de comparación (mayo de 2018) comienza a registrar de lleno el impacto de la crisis cambiaria. En los primeros cinco meses, la economía registra una caída del 3,1 por ciento frente al mismo período de 2018. En tanto, la comparación desestacionalizada frente a abril arrojó una suba del 0,2.

Si se observa la película reciente del nivel de actividad económica queda a las claras el pobrísimo desempeño de la gestión Cambiemos. Las cifras oficiales muestran que el nivel de actividad económica en mayo pasado está en el global por detrás del mismo mes de 2017, en el mismo nivel que en 2016 y un 3 por ciento por debajo del dato de mayo de 2015, antes de la asunción de Mauricio Macri. En el caso de la industria manufacturera, el achicamiento durante la gestión Cambiemos es del 9 por ciento, mientras que en comercio minorista la caída acumulada es del 10 por ciento. En la construcción, la reducción en cuatro años es del 2 por ciento.

La actividad agropecuaria mostró en mayo pasado una suba del 49,5 por ciento en relación al mismo mes del 2018, con lo cual aceleró su crecimiento interanual en relación a abril (cuando tuvo un alza del 41 por ciento). La mejora tiene que ver con la cosecha récord de cereales y oleaginosas, en torno a las 145 millones de toneladas, a diferencia de las fuertes pérdidas de producción que se verificaron el año pasado en manos de la sequía. “Se espera que la campaña agrícola, que a diferencia de 2018 gozó de buenas condiciones climáticas, continúe aportando al crecimiento”, indicaron desde el Gobierno nacional.

A diferencia del agro, que mejoró por el clima, la industria manufacturera, que depende de la dinámica del mercado interno y de las condiciones financieras, sigue sin levantar cabeza. La caída en mayo fue del 6,5 por ciento, lo cual completa 13 meses consecutivos con resultados negativos. En el sector manufacturero se conocen a diario cierre de empresas, medidas de suspensión masivas y pedidos de concurso de acreedores. Según los datos de la Secretaría de Trabajo, el empleo industrial registró una caída de 3200 puestos en mayo, acumula una baja de 67.100 empleos en doce meses y de 147.104 puestos desde que comenzó el gobierno de Cambiemos.

En el caso del comercio mayorista y minorista, la caída del nivel de actividad en mayo fue del 11,4 por ciento. Es la doceava caída consecutiva y el séptimo número negativo de dos dígitos. El dato está en línea con la medición de la CAME, que relevó una baja de las ventas en comercios pymes del 14,1 por ciento en mayo. Para el caso de los supermercados, el Indec midió una merma de las ventas medidas en cantidades del 13,5 por ciento en el mismo período.

También el sector de la construcción operó en negativo en mayo frente al mismo período del año pasado, con una merma del 3,1, la décima baja al hilo. El Gobierno aclaró que espera mejores datos para la construcción porque “en mayo se registró el número de permisos de construcción más alto desde mayo de 2017”. En tanto, el sector de intermediación financiera cayó un 16 por ciento por el desplome de los créditos, mientras que actividades inmobiliarias bajó 2,1 por ciento.