La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo ayer que el gobierno sirio y sus aliados han continuado una campaña implacable contra los civiles en el noroeste de Siria ante un "encogimiento de hombros colectivo" de parte de la comunidad internacional.
La oficina de Michelle Bachelet denunció que solo en los últimos 10 días murieron al menos 103 civiles, entre ellos 26 niños, en una serie de bombardeos en las ciudades de Idleb y Alepo, y destacó un bombardeo ocurrido el martes en Maarat al Numan, que alcanzó el mercado en el que murieron 40 personas.
"Se trata de objetivos civiles y parece altamente improbable, dado el persistente patrón de estos ataques, que todos hayan sido alcanzados por accidente", dijo Bachelet en un comunicado.
Los bombardeos se enmarcan en la ofensiva que Al Assad y sus aliados, entre ellos Rusia con su Fuerza Aérea, iniciaron el pasado en abril sobre la provincia noroccidental, último bastión de la oposición siria, en la que han muerto al menos 450 civiles, subrayó Bachelet.
La ex presidenta chilena indicó que la ONU investiga otros tres ataques recientes llevados a cabo por grupos armados no estatales en zonas controladas por el Gobierno en Hama y Alepo, que dejaron al menos 11 víctimas civiles.
"A pesar de ser objeto de un acuerdo para rebajar las hostilidades, Idleb y sus alrededores han atestiguado una grave escalada militar con graves consecuencias humanitarias para millones de civiles que intentan sobrevivir allí", lamentó.
También recordó a las partes en conflicto que "los ataques intencionados contra civiles son un crimen de guerra y aquellos que los ordenan o los llevan a cabo son penalmente responsables". "El Gobierno sirio y sus aliados han continuado atacando instalaciones médicas, colegios y otras infraestructuras como mercados o panaderías" pese a las advertencias y peticiones de la ONU, se quejó Bachelet.
Además, criticó la "aparente indiferencia internacional" ante los ataques contra objetivos civiles y señaló que en los primeros años de la guerra en Siria, "el mundo mostraba una considerable preocupación por lo que estaba pasando", pero "ahora los ataques aéreos matan y mutilan a numerosos civiles todas las semanas y la respuesta parece ser un encogimiento de hombros colectivo".
"Este es un fracaso del liderazgo por parte de las naciones más poderosas del mundo, lo que resulta en una tragedia enorme", expresó.
Luego cargó contra "un Consejo de Seguridad paralizado por el persistente fracaso de sus cinco miembros permanentes a la hora de llegar a un acuerdo para usar su poder y su influencia para detener los combates y la matanza de una vez por todas".
Desde que comenzó el conflicto en Siria, en marzo de 2011, el Consejo de Seguridad no ha logrado sacar una resolución para frenar la guerra en la nación árabe debido a que los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, China, Reino Unido, Francia y Rusia) tienen derecho a veto y apoyan a diferentes bandos.
A finales de pasado mes de abril, el gobierno de Bachar el Asad y sus aliados comenzaron una ofensiva contra los territorios que aún están controlados por facciones rebeldes e islamistas en el noroeste del país.
Desde entonces, Siria ha experimento un aumento de la violencia que ha dejado, según la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, al menos 450 civiles muertos, incluidos los fallecidos en los bombardeos aéreos de los últimos días.
La alta comisionada consideró fundamental el cese de las hostilidades para que sea posible una negociación política.