“Juego un deporte en el que ganar o perder un solo punto puede marcar la diferencia entre ganar un partido o no hacerlo.” El triunfo y la derrota dependen cada vez más de los detalles en el tenis, un deporte que todos los días se vuelve más competitivo. Las palabras de John Isner, entonces, cobran un valor preponderante y ponen de manifiesto la importancia de la recuperación física.

Los actos del estadounidense, en efecto, van por la misma línea que sus dichos: el número 15 del mundo firmó un contrato de publicidad con Defy, un fabricante de bebidas deportivas con infusión de CBD. ¿De qué hablamos? De uno de los compuestos químicos que contiene la planta de marihuana, cuyos beneficios para la salud están claramente comprobados, aunque las investigaciones para conocer sus potenciales aptitudes se encuentran en pleno proceso.

En ese contexto, Isner será el primer tenista de elite patrocinado por una compañía que impulsa el uso terapéutico del cannabis. Y, como no podía ser de otra manera, su auspiciante es la marca pionera de bebidas para recuperación física preparadas con CBD, también conocido como cannabidiol, uno de los fitocannabinoides de la planta. Si bien los números del acuerdo entre ambas partes no tuvieron trascendencia pública, el gigante de dos metros y ocho centímetros de altura ya exhibe el logo de Defy en sus gorras y consume el producto durante sus partidos en el circuito.

“Estoy emocionado de asociarme con Defy, un factor clave en mi proceso de recuperación que me ayuda a volver a la cancha más rápido de lo planeado. Fue genial conocer a Defy como empresa y espero que trabajemos para ayudar a las personas a lograr un mejor desempeño gracias al CBD”, disparó Isner en sus redes sociales. La bebida de Defy se distribuye en tres sabores y, además de los veinte miligramos de CBD, se compone con diferentes vitaminas.

Isner es el mejor tenista estadounidense del momento y representa a un país con una extensa tradición en el deporte de las raquetas. Llegó a ser número ocho del mundo, fue semifinalista de Wimbledon la temporada pasada y conquistó trece de sus quince títulos del circuito ATP en torneos de Estados Unidos --el Masters 1000 de Miami 2018, el más valioso de sus logros--. No tiene la talla de leyendas de su país como John McEnroe y Jimmy Connors, por caso, pero sí actúa con muy buenos rendimientos en los mayores escenarios del circuito. En otras palabras, es una de las estrellas de este deporte. Y como tal, el respaldo de su imagen a una empresa que comercializa el cannabis medicinal es un fuerte aporte en pos del avance del CBD en el deporte.

No son pocos los deportistas de renombre que luchan para que el cannabis desaparezca de la lista de sustancias prohibidas. “La marihuana es un regalo de Dios para los jugadores”, había manifestado años atrás Ryan O'Callaghan, ex jugador de la NFL --New England Patriots y Kansas City--, finalista del Super Bowl en la temporada 2008 y abiertamente homosexual, quien confesó que la marihuana lo ayudó a paliar los dolores tras los partidos. Además contó que tenía una tarjeta legal para uso medicinal, ya que varios estados lo permiten en los Estados Unidos.

Matt Barnes, campeón de la NBA con Golden State Warriors en 2017, llegó a decir que consume cannabis desde la pubertad y que jamás sufrió ningún tipo de adicción. El alero utilizó la marihuana para soportar los dolores durante casi una década y media en la máxima liga de básquetbol del mundo.

El uso del CBD continúa fuera de las reglas tanto en la NFL como en la NBA pero el deporte de alto rendimiento y sus estrellas, poco a poco, avanzan en las desmitificación de su consumo. La representación de Isner en esa pelea será clave con vistas al futuro.

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