“Desde el segundo trimestre del año 2016 la producción de ropa en Argentina sufre una caída ininterrumpida”, advierte la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria. El último dato disponible muestra que las cantidades fabricadas en junio se ubicaron un 12 por ciento por debajo del mismo mes del año pasado, mientras que en la producción textil, la merma fue del 18,5 por ciento. Todavía más contundente es el panorama del empleo. Según los datos oficiales, entre el cuarto trimestre de 2017 y el mismo período de 2018 se destruyeron 5152 empleos registrados en el sector, lo cual implica una baja del 11,8 por ciento. Es decir que uno de cada nueve empleados en el sector indumentaria perdió su empleo el año pasado. Desde que comenzó el Gobierno de Mauricio Macri, la plantilla de empleo registrado en el sector de confección de prendas de vestir se redujo en un 21,7 por ciento (10.729 empleos menos). La dirigencia sectorial pide que el Gobierno aplique medidas de protección comercial.

“El motivo principal que explica la caída de las ventas y de la producción de ropa es la pérdida de poder adquisitivo de la mayoría de la población argentina. En particular, el poder de compra de los salarios cayó 12 por ciento interanual en mayo, según Indec, y el de las jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares, un 8,5 por ciento en junio comparado con junio de 2018”, advierte la Cámara.

En un contexto de fuerte retracción del consumo, las cantidades importadas subieron en junio un 1,2 por ciento interanual, aunque a raíz de la caída de los precios, los valores importados bajaron 8,4 por ciento. En tanto, las exportaciones de ropa subieron un 61,9 por ciento en junio aunque en seis meses acumulan una merma del 5,8 por ciento.

Por otro lado, los fabricantes de indumentaria advirtieron que “la decisión de China de devaluar su moneda como respuesta a la suba de aranceles a las importaciones establecida la semana pasada por el gobierno norteamericano puede tener impacto negativo para la fabricación de ropa en Argentina”. “El freno a la entrada de producción china en Estados Unidos puede provocar desvíos de comercio hacia otros destinos, lo que podría significar para nuestro país el ingreso de prendas a precio de liquidación. Adicionalmente, la devaluación del yuan significa un abaratamiento adicional de la mercadería asiática”, agregó.