Tras tocar los 64 pesos, la divisa norteamericana se acomodaba ayer por debajo de los 58 pesos en bancos y casas de cambio de Rosario. En una jornada marcada por el nerviosismo que siempre generan los saltos abruptos del dólar, un día después del triunfo del Frente de Todos, se pudieron realizar algunas operaciones pasado el mediodía. En los mercados a futuro, el dólar cotizaba a 62 pesos para fin de mes y 71 pesos para diciembre, aunque luego retrocedieron los valores a 57 pesos para fin de mes y 60 para septiembre. "Esperamos que mañana (por hoy) va estar más tranquilo", dijo a Rosario/12 Agustín Rodríguez Perotti de Carbatur.

En un clima enrarecido por el salto de la cotización del dólar, varias casas de cambio en la city decidieron no abrir sus puertas al inicio de la jornada. A medida que pasaban los minutos, el valor para la compra se disparó y llegó a alcanzar los 64 pesos, casi al mismo tiempo en que un pequeño corte de luz registrado en el centro de la ciudad generaba otra cuota de nerviosismo. Pasado el mediodía, el dólar cotizaba a 60 pesos en el Banco Nación, donde finalizó a 55 pesos. "Estuvo tranquilo, como ahora", comentó una de las personas encargadas de orientar a los clientes en la entrada de la sede de la entidad, en Córdoba y San Martín. En efecto, no había casi nadie en el sector de las terminales donde se realizan las compras por esa vía. 

Diferente era la situación en las casas de cambio ubicadas en la Peatonal Córdoba, todas rigurosamente vigiladas por personal de seguridad, celosos ante la presencia de fotógrafos y cronistas que intentaban registrar la corrida cambiaria. En todos los casos la diferencia entre los valores de compra y venta se ubicaban entre los seis y siete pesos. Mientras en Rosental, unos pocos clientes aguardaban ser llamados dentro del local, una decena de personas hacían la cola para ingresar a Fintex, entre ellas una pareja de jóvenes que intentaban vender unos pocos dólares que tenían ahorrados. "Vendemos porque no estamos separando", bromeó uno de ellos. Más angustiada, una señora se quejaba por la demora en ingresar a la casa de cambio en la que la divisa norteamericana cotizaba un peso menos.

Detrás esperaban varios estudiantes brasileros que ante cada estampida aprovechan para hacer una diferencia. Hasta ellos se acercó un señor, sigilosamente, ofreciéndoles vender los dólares que quisieran, pero no tuvo éxito ya que los jóvenes necesitaban triangular las operaciones con el precio del real, una situación difícil de explicar por los jóvenes pero que seguramente les brindaba mayores réditos.

Al término de la jornada, el dólar cotizó en promedio a 51,50 pesos para la venta y 57,50 para la compra en las casas de cambio y grandes bancos. "Fue una rueda chica, que no llegó a los 500 millones, pero que mostró una tremenda volatilidad al llegar a operarse con una suba del 33 por ciento. En el medio hubo muchos timberos que se quisieron beneficiar y se perjudicaron", dijo Rodríguez Perotti.