Luego de que millones de argentinos fueran arrojados por debajo de la línea de pobreza gracias a la megadevaluación, la diputada de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, salió ayer a pedirle públicamente a su propio gobierno que tome medidas económicas electoralistas de cara a las generales de octubre.
Cerca de las 9 de la noche, varias horas después de que el presidente Mauricio Macri, anunciara que su Gobierno no tenía preparada ninguna medida concreta para enfrentar la corrida cambiaria que llevó el dólar por encima de los 60 pesos, Carrió propuso que el Ejecutivo "suba el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias y otorgue una moratoria para las pymes".
En la noche de la elección, la chaqueña ya había lanzado más de una frase polémica. Sola en el escenario, después de las palabras del Presidente y de Horacio Rodríguez Larreta, "Lilita" intentó dar un discurso esperanzador para la militancia macrista, desolada por la derrota. "La única certeza que tengo es que la república democrática gana, por más del 50 por ciento en octubre", dijo sin precisar cómo hacer para revertir el resultado de las PASO.
"Lo sé muy bien. Desde el año 2009 que hicimos el acuerdo cívico que el polo republicano de la argentina tiene un tronco inamovible del 33 por ciento de los votos. No es mala la adversidad para Cambiemos porque nos quita la soberbia. No es mala la adversidad. Mirenme a mi, espléndida, vieja con 63 años. No es mala la adversidad. Lo que es malo es sentirse deprimido en la adversidad", afirmó ante las caras largas.
"Le hablo al pueblo de la nación argentina. Los que queremos una República democrática. Nunca les prometimos un camino fácil. El camino a la libertad nunca es fácil y la mayoría se siente más cómodo con los autoritarios y los faraones. Eso le pasó al pueblo de Israel, cuando en medio del camino quería volver a volver a Egipto. No vamos a volver a Egipto, vamos a ir a la argentina republicana", expresó en modo mesiánico.