20 millones de pesos lleva gastados la gestión de Cambiemos en el jardín maternal del Hospital Nacional Laura Bonaparte, una obra indispensable para ese centro de salud, donde el 70 por ciento de sus trabajadorxs son mujeres y el 30 por ciento varones, y donde precisamente se pone el acento en la atención sanitaria de grupos vulnerables, niñxs y adolescentes. Pero las obras están paradas hace un año y las imágenes son de un abandono absoluto. El edificio quedó a medio terminar entre escombros, basura, yuyos, andamios y material oxidado. En los pasillos de lo que debería ser las salas principales del jardín cuelgan cables conectados a cajas de luz sin ningún tipo de protección; mesadas y bachas permanecen tiradas en el piso junto a bolsas de material, a esta altura inservible. “Esta es la desidia que no muestran las redes sociales institucionales. Un beneficio para todxs lxs trabajadorxs convertido en negocio para unos pocos”, manifestaron lxs representantes de ATE Nacional, en asamblea permanente. Ocurre “en un contexto de brutal ajuste en materia de salud pública sumado a la desidia institucional que implica: recorte de insumos y atención, salarios por debajo de la línea de pobreza, cancelación de ingresos de profesionales o internaciones sin calefacción por supuesta falta de presupuesto”.