Foto: Pablo Mehanna

Con puerta a la calle

Sobre una esquina vidriada de Puerto Madero y con puerta de acceso directo desde la calle (se puede entrar sin pasar por el lobby), Rëd demuestra que es posible ser un restaurante de hotel cinco estrellas con personalidad, comida deliciosa y una clientela fiel que responde a través de los años.
A tono con las necesidades del barrio, Rëd abre para almuerzos y cenas; al mediodía es posible optar por menúes ejecutivos (competitivos, a partir de $550 con bebida y café) con platos como un bife de lomo (la carne se sirve en el punto pedido), salmón grillado acompañado de papas bouchon y un par de opciones vegetarianas. De noche, el chef ejecutivo Alejandro Bontempo muestra lo mejor de su repertorio con entradas como las empanadas de cordero con curry ($330) o unas mollejas con rosa mosqueta, tomate y perfumes de trufa negra de origen nacional ($520); y principales ($490 a $770) donde mandan los platos con carnes: pescado con verduras de estación y emulsión de hierbas, cordero braseado servido con ñoquis de sémola, risotto con frutos de mar y, por supuesto, un suculento y bien turístico bife de chorizo.
Uno de los puntos fuertes del restaurante son sus menúes especiales, que cambian cada mes. Durante agosto está vigente el “Menú autóctono”: son cinco pasos ($1550) que arrancan con una selección de amouse bouche con carnes de llama, de pato y un papín andino con ají amarillo; luego viene un ragout de codorniz y cordero, combinación poco usual que funciona a la perfección. Como principal, se elige entre un clásico ojo de bife o un perfecto lomo de surubí servido con la piel crocante y la carne jugosa, acompañado de un risotto de hongos y chipirones. El menú incluye postre y café Nespresso y cada paso se puede acompañar con distintos vinos Terrazas de los Andes y espumante Baron B, por $680 adicionales.
Más allá de la (rica) comida, Rëd ofrece un entorno cómodo, relajado, con butacones confortables, mesas espaciadas, iluminación amigable y una vajilla preciosa. Un lugar versátil, que sirve para una cena de negocios, pero también para una cita romántica.

Rëd (Hotel Madero) queda en Juana Manso 1691. Teléfono: 5776-7676. Horario de atención: todos los días mediodía y cena.

Foto: Pablo Mehanna

Cinco estrellas (y buen precio)

Comer en The Brick Kitchen (el restaurante del Sofitel Recoleta, frente al Patio Bullrich), en plena calle Posadas de la Recoleta porteña suena a priori como un atentado para los devaluados bolsillos porteños. Pero, contra todo pronóstico y prejuicio, el lugar ofrece varias opciones de menú para el mediodía y la noche a precios realmente ajustados, equivalentes y competitivos a los de cualquier otro restaurante de la ciudad.
Al salón se accede atravesando el lobby; las mesas se abren en una disposición circular bajo una cúpula interna, luego de traspasar una suerte de telón. El ambiente es sobrio, con esa impronta algo fría de hotel 5 estrellas. Mesas espaciosas, sillas cómodas y un servicio atento. Un detalle que se agradece: apenas uno se sienta, traen a la mesa los muy buenos panes de la casa con una manteca salada que tiene un dejo ahumado.
De lunes a viernes al mediodía, The Brick Kitchen ofrece un menú por $490 que incluye plato principal, bebida no alcohólica y café. Una verdadera ganga teniendo en cuenta que una de las opciones es una generosa porción de salmón rosado que sale con papines y tomates secos. Si la idea es tomar un almuerzo o cena más suculentos, el Menú de Javier (Javier Marrone es el chef ejecutivo del hotel) es la opción indicada. Por $980 incluye entrada, plato principal, postre, agua, dos copas de vino y café. Se puede comenzar, por ejemplo, con unas muy sabrosas croquetas de morcilla y continuar por un bife a la parrilla servido con papas y mandioca; u optar por la pasta italiana con salsa de hongos y tomate seco. Para el final, el propio comensal selecciona su postre, eligiendo entre una amplia variedad de dulces exhibidos detrás de unas vitrinas vidriadas. El café Nespresso vale como cierre para un menú con muy buena relación precio calidad, en un ambiente elegante y lejos de los ruidos de la ciudad.

The Brick Kitchen (Sofitel Recoleta) queda en Posadas 1232. Teléfono: 4819-1100. Horario de atención: todos los días de 12:30 a 16 y de 19 a 23:30.

Foto: Pablo Mehanna

Venezuela turística

El rectángulo que va desde las vías del San Martín hasta Av. Scalabrini Ortiz, y desde Charcas hasta Honduras, en las cercanías de Plaza Armenia, reúne una buena cantidad de hostels porteños; esos hoteles usualmente elegidos por los más jóvenes, un poco por su precio económico, pero también por la vida social que implican. Un buen ejemplo es Soho Hostel, ubicado en la esquina de Thames y Charcas, compartiendo el mismo edificio con Chacaito, uno de los bares de cocina venezolana que más está dando que hablar en Palermo.
Soho y Chacaito no pertenecen a los mismos dueños, pero se nutren uno del otro. El exterior del bar está ambientado como una estación del Metro de Caracas, con un interior sencillo y prolijo: cocina a la vista, un par de barras contra la ventana y algunas mesas en las que se esperan los pedidos (todo se prepara al momento, por lo que puede demorar unos minutos). Para beber, hay cerveza (desde $75 la Quilmes a $140 la Polar venezolana); un papelón ($90, clásico refresco a base de panela y limón) y algunos jugos.
Para comer, por supuesto, hay arepas ($200 a $230) que se sirven fritas o asadas (la casa recomienda la primera opción). Las hay clásicas, como la Reina Pepiada, con palta, mayonesa y pollo; también la de Pabellón, con carne desmechada, queso, tajada de plátano y porotos negros; y versiones vegetarianas. Si bien las arepas salen sabrosas y suculentas, es imposible irse sin probar las cachapas, unos panqueques gruesitos a base de choclo y terminados a la plancha. Hay varias opciones de relleno; una de las mejores es la que trae queso de mano ($320): una masa suave, levemente dulce y apenas tostada que se combina a la perfección con este queso fresco que se derrite levemente.
El menú se completa con infaltables hamburguesas (desde $195, $50 adicionales para las papas), algún pancho, tostones de plátano y tequeños.
Comida al paso bien hecha y sabrosa, para compartir una noche con turistas y locales en un ambiente relajado. Un combo que no falla.

 

Chacaito queda en Charcas 4402. Horario de atención: lunes a viernes de 17 a 24; sábados y domingos de 14 a 24.