El monto de las cuotas de los créditos UVA se mantendrá constante hasta fin de año. La medida ofrecerá un paliativo para 90 mil familias, un segmento de quienes tomaron esos préstamos ajustados por inflación. El impacto de la corrida cambiaria que ya comenzó a trasladarse a los precios internos no impactará sobre los pagos de las hipotecas. Durante septiembre, octubre, noviembre y diciembre los hipotecados pagarán lo mismo que en agosto. La diferencia será cubierta por el Estado que transferirá los fondos necesarios a los bancos.

El beneficio anticipado por el presidente Mauricio Macri a través de sus redes sociales se suma a los anuncios con los que el gobierno intenta mantenerse en la contienda electoral. “Para acompañar a quienes compraron su casa a través de un crédito hipotecario UVA, estamos manteniendo el valor de sus cuotas por cuatro meses. Hasta diciembre, la cuota que pagarán será igual a la que pagaron en agosto”, escribió el mandatario en Twitter. Como el mecanismo dispuesto no deja de actualizar el valor de los UVA al ritmo de la inflación, a partir de enero las cuotas reflejarán el aumento acumulado. Desde el Gobierno sostienen que los mecanismos para asistir a ese grupo de familias en 2020 serán analizados cuando se discuta el proyecto de Presupuesto en el Congreso. “Cuando discutamos el presupuesto veremos cómo continúa la asistencia el próximo año”, sostuvo Macri.

El Ministerio de Interior, Obras Públicas y Vivienda precisó este miércoles que la medida alcanzará alrededor de 90.000 tomadores de préstamos hipotecarios. El grupo está compuesto por las 33.000 personas que accedieron al Pro.Cre.Ar y otras 60.000 que compraron su propiedad con un valor al momento de la escritura interior a las 140.000 UVA. “Esta medida deja afuera a unas 50.000 familias que sufren la inflación igual que el resto y ahora experimentarán el embate terrible del incremento de las cuotas a partir de octubre. Necesitamos medidas para todas las familias”, indicaron desde las redes sociales del colectivo Hipotecados UVA. El monto límite establecido por el Gobierno equivalía, por ejemplo, a viviendas escrituradas por menos de 2.961.000 pesos a fines de 2017.

El grupo de tomadores de préstamos ajustados por inflación enfatizó que su reclamo central es “un congelamiento de la UVA no de la cuota, nuestro crédito se sigue indexando con la inflación, en enero no vamos a poder pagar”. En ese sentido, los hipotecados cuestionaron que “le están dejando el muerto al próximo gobierno. Tenemos una incertidumbre enorme”. La preocupación de los tomadores de los créditos es que si bien pagarán una cuota fija durante cuatro meses, el primer desembolso de 2020 reflejará un salto significativo de hasta 15 por ciento. Entre las opciones que barajan los funcionarios figura la posibilidad de establecer un tope para el aumento.

"Vamos a adelantar los fondos a los bancos para que la cuota ya venga con los fondos para descontarlo", informó el ministro Rogelio Frigerio en una conferencia de prensa que siguió a los tweets del presidente Macri. El colectivo de hipotecados cuestionó el mecanismo elegido: “¿La ganancia de los bancos no se toca? Son los grandes ganadores de los últimos años. Nunca pedimos subsidio del Estado, siempre sostuvimos que el riesgo debía repartirse con los bancos”, indicaron desde el grupo. El promocionado mecanismo de financiamiento fue lanzado a finales de marzo de 2016 con la premisa de que la inflación registraría una trayectoria descendente. Aquel escenario preveía aumentos del orden del 5 por ciento anual en 2019. Tras la corrida cambiaria, la escalada de precios superará el 50 por ciento en el año, diez veces más que el monto utilizado a la hora de lanzar los créditos.