Con dos goles de Lionel Messi, el último de penal a dos minutos del final, el Barcelona venció 2-1 al modesto Leganés y la victoria permite al equipo de Luis Enrique mantenerse a un punto y al acecho de Real Madrid, que aún debe jugar dos encuentros postergados (el primero será este miércoles en cancha del Valencia). Pero el resultado obtenido en el Camp Nou no disimuló el mal momento que atraviesa el conjunto azulgrana, tras su debacle 0-4 ante el Paris Saint-Germain por octavos de final de la Champions League. La Pulga marcó al inicio, empató Unai López en el complemento y volvió a salvar las papas tras anotar un penal cometido en el epílogo sobre Neymar, que el astro rosarino ni siquiera celebró. De hecho, ni la victoria del conjunto catalán maquilló una actuación tan deficiente, el arquero Ter Stegen fue figura y ocurrió algo extraño: el Barça se fue abucheado por su propia hinchada. Hoy juegan Málaga-Las Palmas.