Un grupo de legisladores de la oposición al gobierno turco llegó a la Argentina para alertar sobre por la situación que viven en su país las minorías, entre ellas la kurda. “Estamos en un estado de alerta total”, dijo Garo Paylan, miembro del opositor Partido Democrático de los Pueblos (HDP por sus siglas en turco), la tercera fuerza política en Turquía tras las últimas elecciones. “El presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan, sigue el camino que hace 105 años llevó al genocidio armenio. Las políticas son iguales. Negar las reivindicaciones de las minorías. Antes fueron los armenios, ahora son los kurdos. De nuevo vivimos un periodo muy oscuro y hay un riesgo muy grande”.

“El pueblo kurdo lucha por su liberación, pero el estado responde de una manera racista, utilizando esta lucha para mantener y potenciar el nacionalismo turco. Son los discursos que usaron hace 100 años y que terminaron en el genocidio armenio. Antes y ahora, crearon una polarización que es densa y grave. Y eso puede llevar también a un nuevo crimen”, dijo el legislador de origen armenio, en diálogo con Página12.

Paylan es miembro fundador del HDP, partido creado en 2012 y que reúne en sus filas al movimiento kurdo y otras minorías étnicas (árabes, armenios, etc.), organizaciones que luchan por la defensa de los derechos de las mujeres, entidades progresistas, agrupaciones LGTB y de defensa del medio ambiente.

A pesar de persecuciones, deportaciones y genocidios, aun hoy en Turquía viven varias nacionalidades. Los turcos constituyen la mayoría. Los kurdos, alrededor de 15 millones, son la primera minoría. También hay griegos, armenios, árabes, asirios. El conflicto se remonta a siglos atrás, pero tiene como eje la reivindicación de estas minorías por su autodeterminación y soberanía en la región de Kurdistán ubicada entre Turquía, Irak, Irán y Siria.

Durante la entrevista, Paylan hizo referencia en varias ocasiones al Genocidio Armenio. Comenzó en 1915 cuando el Imperio Otomano respondió con el exterminio a la demandas por igualdad del pueblo armenio. Se estima en un millón y medio las personas masacradas. El hecho aún no fue reconocido por el gobierno turco.

Tanto Paylan como su compañera en la comitiva del HDP, Ebru Günay, también legisladora, visitaron la Ex Esma y participaron de la ronda de los jueves de las Madres de Plaza de Mayo. “Argentina vivió un momento muy oscuro, pero hizo justicia y ahora condena esos crímenes. Eso da mucho más confianza al pueblo. Durante la visita a la Ex Esma vimos a muchos estudiantes. Hay que decirles que ese lugar es un centro de vergüenza, pero también de esperanza”, señaló Paylan. “En Turquía tenemos 18 millones de estudiantes pero allá la educación es nacionalista y racista. No respeta las diversidades. La identidad turca prima por sobre todo y no se enseñan otras culturas”.

Según la Asociación de Derechos Humanos (ADH) de Turquía, entre 1992 y 1996 tuvieron lugar 792 desapariciones y asesinatos por el estado en las regiones kurdas de Turquía. También existen muchos casos más de personas cuya desaparición no fue denunciada. “Para detener esto las madres empezaron a juntarse en la Plaza de Galatasaray. Querían dejar un mensaje a la opinión pública, pidiendo por el paradero de sus hijos”, señaló. Se las conoce como las “Madres de los sábados”. No pudieron establecer justicia para sus hijos pero evitaron otras desapariciones. “Cada sábado se reunían en la plaza pero el gobierno se los prohibió y ahora tienen que hacerlo frente a la ADH de Turquía. Puedo decir que si estoy vivo es gracias a ellas”, dijo Garo Paylan.

El golpe de estado que intentó derrocar al presidente Erdogan en 2016, le permitió establecer una alianza con los sectores más nacionalistas del país, según analiza el legislador del Parlamente turco. “La respuesta que da a los asesinatos de las minorías es "sí, los matamos porque se lo merecían”. Estableció un ambiente de represión que no se limitó al interior y trata de atacar el norte de Siria, a los pueblos que crearon un nuevo sistema. En la primera ocasión que tenga va a empezar un nuevo genocidio contra el pueblo sirio del norte”. Turquía ya realizó dos intervenciones militares en Siria en 2016 y 2018 en medio de la guerra civil que azota a ese país.

Los parlamentarios están en medio de una gira donde también visitarán Uruguay, Chile y Brasil. Su partido cuenta con 62 bancas en la Asamblea Nacional, conformando la tercera fuerza política detrás del oficialista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), que llevó a Erdogan al poder y cuenta con 290 legisladores, y el Partido Republicano del Pueblo con 144 bancas.

 

El HDP se reconoce como la fuerza que mayor impulso da a la liberación de las mujeres en Turquía. “En la vanguardia de esa lucha están las mujeres kurdas. Cuando era niño visitábamos la región kurda y las mujeres eran tratadas como animales. Ahora en la lucha por la liberación de nuestros pueblos el suceso más importantes y revolucionario es el de las mujeres”, señaló. El partido cuenta con una representación igualitaria de hombres y mujeres. Además tienen un sistema de co-presidencias mixto en cada institución u organización. “Por ahora somos el único partido que aplica este sistema pero estamos inspirando a otros”, remarcó el legislador.

La lucha para las minorías se volvió peligrosa en Turquía, un país donde la derecha nacionalista suma más y más poder de la mano del presidente Erdogan. "Un país musulmán no puede ser democrático. Se pueden mostrar como que sí, pero no lo son. A pesar de todo, hay una fuerza muy grande de la sociedad que lucha por la democracia. Yo les hago una llamada a que estén atentos y en solidaridad con esta parte parte del mundo que está luchando", dijo finalmente.

Informe: Juan Manuel Boccacci