Un asteroide de entre 10 y 50 metros chocó el jueves pasado con el sol. El evento astronómico, que no tuvo implicancias para los planetas del sistema solar, pudo ser observado con la ayuda de la sonda espacial llamada Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO por sus siglas en inglés), lanzada al espacio en 1995 para monitorear los movimientos alrededor del sol.

En el video se puede ver cómo el asteroide se dirige directamente hacia la estrella, que en las imágenes está cubierta con un disco para reducir el brillo, donde es absorbido por la atmósfera solar y finalmente destruido.

De acuerdo a la NASA, este cuerpo celeste es un fragmento desintegrado de otro mayor, el Kreutz, del que se desprendió un grupo de cometas con órbitas relacionadas. Estos fragmentos han sido observados durante cientos de años y fueron estudiados por Heinrich Kreutz, a quien le deben su nombre, en las décadas de 1880 y 1890.

Varios elementos de este grupo son absorbidos por el sol constantemente, pero como son pequeños no se dejan ver por las sondas.

A principios de 2016, el SOHO documentó una colisión similar cuando otro resto del Kreutz chocó contra nuestra estrella a aproximadamente 373 millas por segundo.