La actividad económica registró en junio el mismo nivel que un año atrás, informó el Indec. Es el segundo resultado no negativo luego de 12 meses consecutivos con bajas interanuales, que prometen reeditarse luego del cimbronazo económico post-PASO. De todas formas, la estabilidad del nivel de actividad frente a junio de 2018 encubre un escenario de disparidad: hay un fuerte crecimiento del sector agropecuario gracias a la mejora climática relativa a la campaña pasada y el atractivo rendimiento económico que ofrece el dólar caro, mientras que casi todo el resto de los sectores siguen mostrando fuertes caídas interanuales. En los primeros seis meses de 2019, la economía registra una caída del 2,6 por ciento y la comparación desestacionalizada frente a mayo también arrojó una baja del 0,4. A finales de julio, la estimación de caída de la economía argentina para todo el año se ubicaba en 1,8 por ciento según la Cepal. Ese pronóstico es bastante más pesimista luego de la devaluación, la suba de la tasa de interés y el incremento de la incertidumbre política.

Luego de casi cuatro años de gestión de Cambiemos, la economía nacional se ubicó en junio un 8,5 por ciento por debajo del mismo mes de 2015. Dentro de ese contexto, la peor parte es para la manufactura, que en junio volvió a caer un 6,1 por ciento, la catorceava merma consecutiva. En seis meses, la industria acumula una caída del 9,4 por ciento. El subsector de peor desempeño fue automóviles, con una baja del 33 por ciento en junio frente al mismo período de 2018. Sólo en los últimos tres años, la producción de autos muestra un achicamiento del 30 por ciento. De ahí que el sector esté plagado de suspensiones masivas de personal y decisiones recientes como la de Mercedes-Benz, que canceló su proyecto para producir en el país la pick-up mediana Clase X, y la de Honda, que dejará de fabricar autos. El sector autopartista en junio tuvo una baja interanual del 24,6 por ciento. Durante los últimos meses se acumularon cierres de autopartistas, como los casos de Hutchinson, Clapp, Dino Mattioli, Brembo, Arcynur, Link, Plascar, Metalúrgica Tandil y Magna. Por su parte, la producción de motos tuvo una caída del 45,4 en junio. En ese rubro sobresale la crisis de Zanella, que cerró sus plantas de Cruz del Eje y de Mar del Plata y aplicó despidos en San Luis.

El sector textil tuvo una caída interanual del 18,5 por ciento en junio y también mostraron resultados negativos caucho y plástico, productos de metal como estructuras y envases de aluminio y muebles y colchones. Estos sectores registran una sangría de empleo prácticamente constante desde que comenzó el gobierno de Cambiemos. En alimentos y bebidas hay rubros con fuertes caídas en junio, como fiambres y embutidos, azúcar, productos de confitería y chocolate, gaseosas, aguas, sodas y cervezas.

A contramano del resto de la economía, el sector agropecuario tuvo un avance del 43,7 por ciento, lo cual tiene relación directa con el incremento en la producción primaria de soja y de otros cultivos gracias a las mejores condiciones climáticas en relación a la sequía del año pasado. La cosecha de soja ascendió en este ciclo a 55,3 millones de toneladas, una mejora interanual del 46 por ciento. En el maíz hubo un alza del 31 por ciento gracias a una producción de 57 millones de toneladas, mientras que también crece el trigo, la cebada y el girasol. En el nivel agroindustrial (que el Indec contabiliza como manufactura) la molienda de soja avanzó 26,5.

La construcción tuvo una caída del 7,9 por ciento en junio (la onceava consecutiva) a raíz de una baja en las ventas de prácticamente todos los insumos. La venta de artículos sanitarios se redujo un 25,3, seguidos de pinturas, placas de yeso, hormigón elaborado y hierro redondo, entre otros. El empleo registrado en la construcción en mayo se ubicó en 417.216 puestos, una merma interanual del 2 por ciento (8571 puestos). Se espera que esa cuenta se siga deteriorando luego de la última devaluación y suba de tasas.

Comercio mayorista, minorista y reparaciones anotó un junio una caída del 8,6 por ciento. Datos provenientes de otras fuentes también dan cuenta de ese resultado. La consultora Scentia midió una caída del 8,4 por ciento en junio en consumo masivo, mientras que Kantar relevó una merma del 9 por ciento y Nielsen, del 7,9 por ciento. Según la CAME, el comercio minorista en pymes registró una caída del 12,2 por ciento frente al mismo período del año pasado, aunque la comparación frente a mayo arrojó una mejora gracias al relanzamiento de los planes de compra en cuotas sin interés. Por otro lado, el nivel de actividad de la intermediación financiera cayó un 15,1 por ciento, mientras que las actividades inmobiliarias, empresarias y de alquiler, un -2,2 por ciento y la pesca, un -5,6. Electricidad, gas y agua tuvo una caída del 10,6 que se explica por la merma en el consumo de energía eléctrica por las mayores temperaturas en relación al año pasado.