Dos hermanos, un varón de 4 y una niña de 11 años, murieron ahogados cuando jugaban corriendo a un pato en una zona rural de Misiones y se metieron en un espejo de agua próximo a su casa. El hecho se registró en un paraje del municipio de San Pedro, ubicado a unos 270 kilómetros de Posadas, donde los escasos habitantes del lugar se dedican a cultivos tradicionales y a la cría de aves y otros animales para su supervivencia. Alrededor de las 19, en el asentamiento conocido como Semillera, una familia se encontraba en los alrededores de su vivienda, en una jornada de intenso calor, en tanto que los más chicos correteaban por el lugar. Dos de los niños estaban jugando con un pato de los que cría la familia y lo perseguían por el terreno, hasta que el ave se dirigió hacia un lago y los investigadores creen que fue seguido por el más chico de los niños. El pequeño habría desaparecido rápidamente de la superficie, ya que el lago tiene gran profundidad. En tanto, la policía estimó que su hermana de 11 años se habría desesperado por rescatarlo y se sumergió, pero también desapareció. Poco después, los mayores notaron la ausencia de los dos hermanos e iniciaron una búsqueda por los alrededores, la que se extendió a una zona de montes bajos, pero resultó infructuosa. En un momento, uno de los familiares detectó una prenda de vestir de uno de los chicos cerca del espejo de agua, a unos 100 metros de la vivienda, por lo que dieron aviso a la policía. Al llegar al lugar, los efectivos de la comisaría primera de San Pedro y bomberos voluntarios solo pudieron ayudar a rescatar los cuerpos.