Luego de haber implementado las medidas de control cambiario, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, consideró este lunes que el tipo de cambio oficial permanecerá estable aunque prefirió no arriesgar ningún valor específico. A su vez, el funcionario informó que el Banco Central cuenta con “el colchón necesario para enfrentar cualquier shock o contingencia”, aún si no llega a ingresar el desembolso pendiente del FMI.

"Creemos que estas medidas van a funcionar", valoró el ministro de Hacienda y, aunque insistió en que son "incómodas" para la matriz de pensamiento económico de Cambiemos, consideró que traerán estabilidad hasta el 10 de diciembre. Tras pocas horas de operaciones en el mercado con las nuevas reglas de control de capitales, Lacunza precisó que en la jornada se registraba "un bajo volumen de operaciones" y destacó la caída de la cotización del dólar oficial. En ese punto, insistió en la capacidad del Banco Central para intervenir en el mercado y confió en la estabilidad del valor de cambio "sin comprometer ningún valor específico".

Con respecto a los retiros de depósitos en dólares, el titular de Hacienda señaló que "los argentinos pueden hacer lo que quieran con lo que tienen en el banco, en su casa o en el exterior. Los depósitos están respaldados".

En cuanto a la reaparición del dólar blue —que cotizó 64 pesos en la city porteña—, Lacunza indicó que se trata de operaciones informales para las que el Estado "no tiene herramientas ni vocación de regularlas". Por otro lado, el ministro confió en que el valor del dólar informal no se trasladará a los precios de los productos de consumo porque "las importaciones y exportaciones mantienen un régimen de libertad cambiaria". En ese sentido, aseguró que "no hay razón para que influya en el nivel de precios internos".

El ministro señaló que la decisión decretada este domingo fue charlada con los equipos técnicos de los partidos de oposición y comunicada a los funcionarios del FMI. "Hay una campaña electoral por delante, pero no es excusa para poner en riesgo la estabilidad de los argentinos", señaló. Lacunza descartó que exista un canal de diálogo particular con el equipo económico del Frente de Todos y resaltó: "No hay un cogobierno". "Las medidas no fueron consensuadas, fueron informadas, compartidas, dentro de un diálogo institucional", agregó.

Respecto del seguimiento del FMI, el titular de Hacienda consideró que la Argentina "cumplió con todos los compromisos" del acuerdo y que ahora depende de los funcionarios del organismo internacional definir si se realizará el último desembolso de 5 mil millones de dólares. El ministro pidió "no tener ansiedad" por la llegada del tramo pendiente del préstamo de 57 mil millones de dólares y recordó que la fecha para el desembolso es el 15 de septiembre. Con respecto de la continuidad de las medidas anunciadas, confió en las negociaciones que comenzarán esta semana en el Congreso para "oxigenar la deuda de 2020 y 2023".

El domingo por la noche Lacunza había dado entrevistas a los canales 2 y 13 para tratar de llevar tranquilidad y esbozar una suerte de autocrítica por lo ocurrido. “La Argentina parece un círculo en el que cada tanto se vuelve al mismo puerto. Este no es el puerto que soñamos. Durante este Gobierno se trabajó mucho en la sala de máquinas de ese barco, pero nos faltó el salón comedor y ese es el mensaje de las urnas", dibujó Lacunza una defensa de la gestión Cambiemos, que trajo ecos del "crecimiento invisible" que Macri pronunció en la apertura de sesiones de 2018. Lacunza envió un mensaje para los cambiemitas que pudieran sentirse traicionados: "Si no las hacemos, y el tipo de cambio sube, las consecuencias son peores porque suben la inflación y la pobreza, y aumenta la inequidad".

Lacunza intentó otra metáfora para quienes no hubiesen comprendido la idea del barco en medio de "la tormenta" tan reiterada por el Presidente. "Esto es como una familia que se queda sin crédito y el padre de familia tiene que cubrir la comida de los chicos, las zapatillas y el pago de la cuota del crédito de algo que compró. La comida de los chicos son los depósitos, las zapatillas el tipo de cambio, y la cuota del crédito tiene que esperar".