"Nuestra relación lFaboral se encuentra en la misma situación de precariedad que tratamos revertir desde la labor que desarrollamos", denunciaron más de 175 técnicos y profesionales del programa ProHuerta de INTA en una carta dirigida al titular del organismo técnico, Juan Balbín. 

Les trabajaderos facturan su labor a través del régimen de monotributo, sin aguinaldos, licencias ni antigüedad, a pesar de que algunos llevan más de una década en sus tareas, y consiguieron el respaldo de la Federación de Organizaciones Nucleada de la Agricultura Familiar y del Foro por un Programa Agrario Nacional. 

El trabajo de los técnicos y profesionales del ProHuerta es central en la asistencia que reciben los productores de la agricultura familiar, ya que son los encargados de desarrollar en el territorio la gestión, administración y ejecución de los programa del organismo.

"Los horarios se adecúan a las demandas comunitarias y nuestras jornadas laborales se extienden mucho más allá de 8 horas, como así también pueden abarcar los fines de semana", señalan les trabajadores en la carta al titular del INTA, dando cuenta de su compromiso con los objetivos de acompañar el desarrollo de la agricultura familiar y fomentar la soberanía alimentaria.

"El Estado tiene el compromiso asumido a través de la firma de tratados internacionales de derechos humanos incorporados a la Constitución de asistir tecnológicamente a la agricultura familiar ya que es el sector que produce el 70 por ciento de los alimentos que consumen la población en argentina", recordó la FONAF en su carta de respaldo a los trabajadores precarizados y apuntó contra la gestión macrista por el cierre de institutos de investigación destinados a este sector productivo. 

En la carta dirigida a Balbín les técnicos y profesionales recuerdan que "está subocupando las vacantes de planta permanente y planta no permanente" en el progama y que los concursos públicos para tomar los cargos fueron dejados sin efecto por decisión unilaterla del Ejecutivo