El encuentro comenzó como una reunión en la que la cúpula de la CGT iba a pedirle al Gobierno que avance con la aprobación de la emergencia alimentaria. Pero se convirtió en mucho más: ante la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, los integrantes de la CGT reclamaron "la inmediata reapertura de las negociaciones paritarias ante los fuertes aumentos producidos en los precios de los productos de la canasta alimentaria luego de las elecciones primarias del 11 de agosto, y ante el elevado índice de inflación". Desde el Gobierno, sostuvieron que se habló solamente de dar un bono, no de reabrir las paritarias. Stanley, consultada por los periodistas a la salida, evitó responder sobre ese tema. Sí dijo que la emergencia alimentaria es un tema del Congreso. Dejaron abierta la posibilidad de sumar a un programa alimentario a afiliados de sindicatos que estén desocupados.

La cúpula de la CGT llegó a la reunión con Stanley y Sica no sólo con el planteo de la emergencia alimentaria, sino también de ir por la reapertura de paritarias. El secretario de Relaciones Internacionales de la central obrera y jefe de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), Gerardo Martínez, sostuvo antes de entrar que "si patrones y obreros acuerdan un aumento, Producción y Trabajo debe homologarlo". Además de Martínez, estuvieron los dos secretarios generales Héctor Daer y Carlos Acuña, además de Antonio Caló (UOM), José Luis Lingieri (Obras Sanitarias), Andrés Rodríguez ( UPCN) y Armando Cavalieri (Comercio).

El encuentro duró una hora y media. Según fuentes del Gobierno, les enumeraron las distintas medidas "paliativas" hacia los trabajadores que lanzaron tras las PASO. Les recordaron que se dispuso la suspensión del IVA para la canasta básica, y bonos para empleados estatales, además de un monto extra para las AUH (de mil pesos) y la devolución de Ganancias. Los sindicalistas le contestaron con el aumento de precios y las proyecciones sobre inflación para este año. Según el Gobierno, no hubo pedido de reapertura de paritarias, sino de negociar un bono. 

Tras la reunión, tanto Stanley y Sica sostuvieron que "el diálogo fue positivo" y que "se convino la conformación de una mesa de trabajo". Cuando le preguntaron por la emergencia alimentaria, Stanley sostuvo que "es una iniciativa cuya aprobación es resorte exclusivo del Parlamento Nacional". A la salida, repitió: "La emergencia alimentaria depende del Congreso de la Nación. Este no es el marco en el que se va a discutir". Fue una manera elegante de no dar respuesta. En privado, en el Gobierno consideran que no es necesario declarar la emergencia alimentaria. 

Lo volvió a decir, tras la reunión de gabinete, el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro: "En la ley votada en septiembre de 2016 se establecieron todo tipo de herramientas para situaciones como la que estamos viviendo, que de hecho ya las está usando la ministra Stanley". El funcionario le reclamó a la oposición que  "no se utilice el sufrimiento de la gente para hacer política". 

El único avance concreto de la reunión fue que el Gobierno ofreció ayuda alimentaria a los afiliados de los sindicatos que se encuentren desocupados. Se hará a partir de un programa de tarjeta alimentaria que ya tiene el Ministerio de Desarrollo Social y podría combinarse con el seguro de desempleo. No obstante, no hubo precisiones sobre la implementación, ni sobre cuál será el universo de alcanzados por esta medida. aunque sería para trabajadores que perdieron su empleo este mes. 

Tanto Acuña como Daer habían reclamado en una carta al presidente Mauricio Macri la "urgente" declaración de emergencia ante "la grave situación social por la que atraviesan los ciudadanos, sumergidos en la pobreza e indigencia". "Es obligación primaria, indelegable y constitutiva del Estado garantizar la alimentación y nutrición adecuadas de la población. La crisis económica que estalló en las últimas semanas no hizo más que agudizar la grave situación social", aseguraron Daer y Acuña en la misiva, que dio lugar a la reunión con Stanley y Sica. Pidieron "coordinar todos los esfuerzos e invertir todos los recursos del Estado a disposición de los más necesitados".

Las medidas que ya anunció el Gobierno -y que fueron las que pusieron sobre la mesa en el encuentro- ya fueron consideradas insuficientes tanto por las centrales sindicales como por los movimientos sociales que hicieron un acampe de 24 horas la semana pasada y se preparan para hacer otro de 48 horas.