¿Aún, hablar del inconsciente puede sorprender a algunos, en esta época signada por la "prisa", "lo nuevo de lo nuevo", "la neurociencia", "la evidencia"? Freud descubre el inconsciente a partir de escuchar a los pacientes cuyos cuerpos no respondían a la anatomía tal como la estudia la medicina. Eran cuerpos afectados por palabras, o restos de palabras oídas, que producían efectos y esos efectos son los afectos.

Cuando Jacques Lacan se dirige a los médicos, en su Conferencia

"Psicoanálisis y Medicina" les plantea que el psicoanálisis se ocupa del

deseo y del goce del cuerpo, que es justamente lo que no aparece en las

imágenes, en esos aparatos cada vez más desarrollados. Pero también, es

interesante agregar que lo que los médicos que lo habían invitado -era un

Servicio de Nefrología infantil-, sí habían captado, era que de acuerdo a

cómo los padres escuchaban el diagnóstico de la enfermedad de sus hijos y

lo que éste significaba para la subjetividad de cada uno de estos padres,

cambiaba la relación de los niños al tratamiento y sus efectos.

De allí que varios años después, J. Lacan pueda decir que el "misterio del

cuerpo hablante es el misterio del inconsciente". Esto no implica ningún

esoterismo, ninguna experiencia mística o inefable. No podemos introducir

el inconsciente en un tubo de ensayo, pero esto no implica que no tenga su

materialidad, "las pruebas de su existencia" en los lapsus, sueños,

síntomas. Aquellos "sucesos inaparentes que las otras ciencias arrojan al

costado por demasiados ínfimos, por así decir, la escoria del mundo de los

fenómenos". De ello nos seguimos ocupando, cuando queremos escucharlos.

En 1908, Freud escribía en una carta a Jung, a partir de lo presentado en

una publicación científica, "esperan al bacilo o al protozoo como si fuese

el Mesías que ha de venir algún día para los creyentes" esperando así que

el diagnóstico les resulte más fácil porque se teñirían de modo diferente.

Hoy ya no se habla del bacilo pero sí aparecen diariamente "descubrimientos" del gen que daría cuenta de los diversos trastornos.

Entonces ¿ciencia o creencia en el Mesías?

Es cierto que no estamos en la época de Freud, ni siquiera incluso en la de

Lacan. Cada época genera su malestar y los diversos modos de presentación

de las consultas. También es cierto que los psicoanalistas en la actualidad

no sólo están en los consultorios, están en las instituciones, en los

hospitales- los psicoanalistas argentinos son pioneros en esto- recibiendo

demandas de distintos ámbitos como las escuelas, los juzgados, por ejemplo.

Se nos plantea el desafío de estar a la altura de la subjetividad de la

época, sin prescindir de nuestros conceptos fundamentales: inconsciente,

transferencia, pulsión y repetición. Lo que nos permitirá poder dar una

respuesta singular en cada caso que siempre es un nuevo caso.

Psicoanalista, miembro de la EOL y AMP. Directora junto a Gabriela Basz de

las XXVIII Jornadas Anuales de la EOL "Hablemos del inconsciente, Aún...".

Participarán como invitados especiales Angelina Harari (presidente AMP),

Jésus Santiago (secretario AMP) y Éric Laurent. El tema del encuentro es

una invitación para reflexionar sobre el estatuto del inconsciente en esta época caracterizada por la inmediatez, la predominancia de la imagen y los avances de la tecnociencia. Informes e inscripción: www.28jornadaseol.com