La activista adolescente Greta Thunberg llevó su lucha contra el cambio climático al Congreso de Estados Unidos en una audiencia en la que les imploró a los legisladores que tomen "acciones reales" para impedir un desastre medioambiental. La ambientalista sueca de 16 años estuvo acompañada por otros ponentes que expusieron que la sombría incertidumbre que provoca la inacción sobre el cambio climático llevó a una generación de jóvenes a cuestionar las intenciones de los líderes políticos actuales.

"No quiero que me escuchen a mí, quiero que escuchen a los científicos", dijo con una voz suave, precisando que quería que su testimonio fuera un informe de la ONU de 2018 que pedía que se limitara el calentamiento global a 1,5 Cº. "Quiero que tomen acciones reales", agregó la activista. Y al justificar la importancia de tomar acciones, insistió en que "la conexión entre la emergencia climática y las migraciones masivas, el hambre, las violaciones a los derechos humanos y las guerras todavía no está clara para mucha gente". "Estamos peleando por nuestras vidas, pero no solo eso también estamos peleando por nuestros futuros hijos y nietos, por las futuras generaciones, por cada criatura viviente del planeta", justificó Thunberg, quien cerró su intervención con un "nos vemos en las calles".

La joven llegó a Washington con una agenda apretada que incluyó una protesta frente a la Casa Blanca, reuniones con senadores estadounidenses y líderes indígenas y este miércoles se reunió con un grupo de jóvenes que van a demandar al gobierno por su inacción frente al problema del cambio climático.

Este martes, Thunberg y un grupo líderes indígenas exigieron al Congreso de Estados Unidos acciones concretas y liderazgo para enfrentar el cambio climático en todo el mundo. "Estados unidos es la nación más rica del planeta. También es el mayor emisor de gases que alimentan el cambio climático y ha amasado una fortuna como ninguno otro", afirmaron en una carta enviada a legisladores y senadores. "Como consecuencia, tiene el poder de guiar al mundo lejos de una senda que promete la destrucción de nuestro hogar común", agregraron. Los activistas remarcaron que la complicidad de EE.UU. está empeorando la crisis climática, e hicieron referencia explícita a los incendios de la Amazonía.

Tras la llegada a la Casa Blanca del presidente Donald Trump en 2017, EE.UU. se retiró del Acuerdo Climático de París y el mandatario ha insistido en su escepticismo acerca de los efectos del calentamiento global y que sea consecuencia de la acción humana. Entre los líderes indígenas participantes en el acto, se encontraba Militza Flaco, de la Organización Mesoamericana de Pueblos y Bosques, quien destacó la importancia de movilizar "a todos los indígenas del mundo en la lucha común". "Para mí, Greta es nuestra ídola. Está al frente, aunque no es indígena", remarcó Flaco. La joven sueca acompañó a los indígenas como muestra de respaldo, pero evitó ofrecer declaraciones para no desviar la atención.

La próxima semana los activistas se desplazarán a Nueva York con motivo de la Asamblea General de Naciones Unidos antes de la Huelga Mundial por el Clima prevista para el viernes 27 de septiembre.

Thunberg se hizo famosa después de que en agosto de 2018 dejara de asistir a clases para protestar todos los viernes frente al Parlamento sueco para exigir medidas contra el cambio climático. Su ejemplo inspiró a más de un millón de jóvenes que se sumaron el 15 de marzo y luego 24 de mayo pasados en protestas que se replicaron en más de cien países. "El activismo funciona", aseguró al recibir en Washington, junto al movimiento estudiantil de activistas contra el cambio climático, el premio Embajadora de Conciencia de Amnistía Internacional (AI) de 2019.  "Este premio es para esas millones de personas, gente joven alrededor del mundo que juntos han hecho un movimiento que se llama 'Viernes para el Futuro'", declaró ante un escenario que la recibió con un aplauso cerrado.