Desde Santa Fe

La conmoción social que originó una ola de seis crímenes en cinco días, el último el de un psicólogo y músico de 29 años, Julio Cabal, asesinado de un balazo a quemarropa en un intento de robo en el macro centro, en horario pico, impactó en la Casa Gris. El ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, intervino ayer la Unidad Regional I de La Capital; desplazó a su jefe, Ricardo Motta -el tercero en ocupar el cargo en 18 meses- y designó en su reemplazo a un interventor por 30 días: Carlos Pross, quien es el número dos de la Policía de la provincia. "Vengo a poner la cara", "no voy a dar excusas" ni "a tirar la toalla", dijo Pullaro al asumir la "máxima responsabilidad" por una crisis que consideró "grave" y ya tiene otro remezón político: el diputado peronista Leandro Busatto y sus colegas de bloque propusieron convocar al ministro a la Legislatura para pedirle explicaciones y el intendente José Corral -que opera como jefe de Cambiemos en la provincia- advirtió que "la violencia y desprotección que viven los santafesinos es inaceptable".

Pullaro anunció el relevo de Motta en las puertas de la Gobernación, donde minutos antes se había reunido -junto con su equipo y la cúpula de la Policía- con los ministros de Gobierno, Pablo Farías, y de Justicia, Ricardo Silberstein.

"Asumimos la máxima responsabilidad", dijo Pullaro. Y ante "esta conmoción y profundo dolor, tomamos decisiones importantes. Vamos a poner todo lo que tenemos, para resolver la situación en la ciudad capital que es realmente grave". El interventor Pross será secundado en su tarea por dos colaboradores directos: los jefes de la Policía de Acción Táctica, Arnoldo Suárez, y de la Policía Comunitaria, Julián Alegre.

La jefatura de la Unidad Regional I es un cargo difícil. "En los últimos 18 meses, tuvimos tres cambios de jefe de unidad -recordó el ministro- En algunos momentos, los niveles operativos mejoraron, pero siempre pedimos mejores y mayores resultados".

El año pasado el jefe de la URI era Luis María Siboldi, hasta que apareció mencionado en escuchas telefónicas en una investigación de la justicia federal a un condenado por narcotráfico. En marzo de 2018, lo reemplazó Víctor Pereira, quien había cumplido funciones en la plana mayor de la Policía de la provincia. En enero de 2019, asumió Motta y ahora, a los siete meses, sigue la intervención de Pross por "30 días hasta que la situación se estabilice".

"Vamos a reforzar la seguridad en el casco histórico y el macrocentro, sin descuidar ninguna zona de la capital", prometió Pullaro. Es que el joven Cabal fue asesinado en una tentativa de robo en el negocio de su padre, Urquiza al 2200, frente al Colegio Nacional. Motta había reconocido que el patrullaje en el macro centro no era "intenso" porque las fuerzas a su mando operaban en barrios y zonas de la periferia, "donde habitualmente se cometían los delitos" y prometió aumentar "la acción operativa" en el centro: no pudo hacerlo porque Pullaro ya lo reemplazó por Pross.

El ministro negó también que la Policía hubiera perdido el control de la calle: "Bajo ningún concepto se perdió la calle. La Policía está. Tenemos los pies en la realidad".

-¿Tiraron la toalla en la transición después de perder las elecciones? ¿Hay zonas liberadas? -le preguntaron.

-No hay zonas liberadas en la provincia, en ningún punto. Tenemos monitoreados todos los cuadrantes de la capital y de las grandes ciudades en tiempo real. Bajo ningún concepto compartimos, ni es justo, ni es real, que haya alguna zona que no tenga seguridad. Lo sostenemos. No voy a tirar la toalla. Perdimos las elecciones, pero la orden del gobernador Miguel Lifschitz es sostener nuestro trabajo hasta el 9 de diciembre a la medianoche. Voy a tomar decisiones hasta el último día.

-Entonces, ¿están trabajando en contra suya porque en estos cuatro años los niveles del delito no bajaron?

-Trabajamos con todas las herramientas para que la situación se estabilice y pueda mejorar. Algunos índices han mejorado y otros empeoraron. Lo que nadie nos puede decir es que no trabajamos -cerró Pullaro.