Casi como un efecto boomerang, luego de que el gobernador de Chubut Mariano Arcioni ratificara en declaraciones radiales que no pensaba renunciar, varios sectores salieron a pedir que diera un paso al costado. 

El primero que lo insinuó fue Blas Meza Evans, diputado provincial del FpV: “Más allá de que el Gobierno quiera decir que fue un accidente de tránsito, dos docentes perdieron la vida al venir a Rawson a reclamar por su sueldo. Creo que debe estar evaluando su salida del gobierno, igual vive en una burbuja y ha perdido total credibilidad”. 

Mucho más contundente fue la CGT de la Cordillera, que luego de una asamblea resolvió: “Expresar nuestra convicción de que el Gobernador y todo el Poder Ejecutivo provincial deben asumir las responsabilidades por haber generado el caos provincial y renunciar a sus cargos.” 

Antes de que ocurrieran las muertes de las maestras, la MUS había reclamado el inicio de un juicio político contra el Gobernador. Otro de los sindicados como actor central en el clima de tensión social que se vive es Jorge “Loma” Ávila, el titular del Sindicato de Petroleros Privados, quien en una asamblea de delegados realizada el pasado 7 de septiembre reconoció, entre risotadas, que le iban a pedir perdón a los docentes por los golpes que les dieron pero que no volverían a dejar que nadie “se apropie de la ruta”.