El intendente Gustavo Sáenz debe resolver en los próximos días si veta o promulga la ordenanza sancionada por el Concejo Deliberante, que restringe el ingreso de colectivos de gran porte al microcentro salteño. En la sesión de ayer el concejal Alberto Castillo le pidió que apoye la decisión del Concejo Deliberante.

Lo colectivos de turismo de doble piso ya no caben en algunas calles del centro de la ciudad de Salta, sobre todo en las que fueron recientemente remozadas y arregladas con plata que mandó la Nación, en la época en que el jefe comunal estaba más dispuesto a mostrarse en público con el presidente Mauricio Macri, aunque siempre la agradeció públicamente los fondos.

La Cámara de Turismo de Salta, que preside Carlos Eckhardt, reaccionó ante la decisión del Concejo, llamó este lunes a una rueda de prensa, informó que pidió audiencia con el intendente, para solicitarle que vete la ordenanza y anticipó pronunciamientos nacionales en contra de la restricción que, en su visión, hará perder turistas.

Eckhardt atribuyó al concejal Alberto Castillo y a su par Ernesto Alvarado, ir contra los empresarios, no participar de las reuniones de una comisión ad hoc de turismo y dedicarse nada más que a sacar fotos.

En los últimos 45 días fueron varios los colectivos de gran porte que quedaron atascados en el centro de la ciudad, porque ya no les da el radio de giro y antes de eso, en otras situaciones similares, rompieron arreglos recientes en el Corredor de la Fe, obra insignia que el intendente Sáenz inauguró hace poco más de dos meses y medio, con la presencia del ministro del Interior Rogelio Frigerio y el senador nacional Miguel Pichetto.

Los reiterados inconvenientes con las unidades de transporte de gran tamaño precipitaron la decisión de los concejales, incluso los más oficialistas y cercanos al intendente, como Socorro Villamayor y el presidente del Concejo, Matías Cánepa, que derogaron una ordenanza con franjas horarias de acceso y resolvieron crear un radio de restricción absoluta y otro solo para circular.

De promulgarse la ordenanza, los colectivos no podrán llegar a dejar y levantar pasajeros frente a la plaza 9 de Julio, por lo que los turistas tendrán que caminar o tomar taxi o remises desde la terminal local de ómnibus, donde sí pueden ingresar.

Castillo atribuyó ayer a Eckhardt declaraciones “peligrosas”, lo exhortó a informarse bien, dijo que no es miembro de la comisión ad hoc de turismo, lo invitó a discutir una solución porque destruir el casco histórico va contra los intereses de la ciudad, advirtió que “están ahuyentando al turismo con servicios paupérrimos y cobrando 500 o 550 pesos la docena de empanadas, mientras provincias cercanas han mejorado la forma de captar turistas”.

“Lamento sus manifestaciones y si, así y todo no está de acuerdo, voy a usar unas palabras que dijo la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner: si no le gusta, que arme un partido y gane las elecciones”, aseguró el concejal del PRO.