Luis Patricio González es director de la Escuela 4307 de General Ballivián, pueblo que queda en el departamento general San Martín, en el norte de Salta.

Para el director de la escuela a la que asisten en un 80 por ciento chicos de las comunidades originarias, la realidad que se percibió en los últimos años da cuenta de “la imperiosa necesidad de la comunidad de ser asistida. No es algo nuevo la necesidad, sino que ahora se agudizó más y se ve en el estado general de los niños”. Pues la crisis que se vive en el país en general “golpea más fuerte en las comunidades originarias”.

González afirmó que en 2017 se había instrumentado el programa de los Centros de Primera Infancia (CPI) en Ballivián. Pero en 2018 no funcionó más. A ese centro acudían las mujeres embarazadas y los niños de uno a tres años para poder recibir la asistencia alimentaria. Se desconoce qué pasará con esta población, si bien el PAS prevé incorporar los refuerzos necesarios a través de módulos alimentarios y la apertura de los CPI.

El maestro detalló que la impresión más reciente del deterioro del estado de los alumnos la tuvieron con mayor claridad tras el receso por las festividades del Milagro (que en Salta implica tres días feriados entre el 13 y 15 de septiembre). Pese a que el feriado de este año fue un solo día, el viernes, cuando los chicos retornaron a las aulas el lunes siguiente se notó “la falta de alimentación”.

“Percibimos la falta de alimentación porque vemos a los chicos que esperan la comida. Y las maestras intentan dar lo mejor. Pero hasta que los chicos no toman el té la cosa está complicada”. Sucede que a veces en su casa durante los fines de semana los chicos acceden a una sola comida, con suerte, porque a veces solo hay un mate cocido.

En las poblaciones originarias la mayoría recibe un subsidio cuyo monto quedó muy por debajo del ingreso necesario para asegurarse la comida. Los trabajos que consiguen suelen ser en los desmontes, en condiciones que más de una vez fueron detectadas en operativos de la AFIP y caracterizadas como infrahumanas.

Ese trabajo en la deforestación se convierte en una paradoja constante dado que hay comunidades que reclaman en esas zonas la devolución de sus territorios ancestrales. Y por su forma de vida necesitan de un monte que desaparece cada vez más.

Entre las deforestaciones se encuentran las realizadas en Finca Cuchuy, ubicada en la zona de Ballivián, por Alejandro Braun Peña, conocido desmontador de la zona y familiar del actual jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña. También es conocido como integrante de empresas de la familia Macri.