Antes de suscribir un duro documento en el que reclamaron al gobierno nacional que adopte “medidas urgentes” en el área de la salud, catorce ministros provinciales acudieron a la sede de la Fundación Isalud para analizar junto a Ginés González García –su titular–, la angustiante situación de las jurisdicciones en materia sanitaria, sensiblemente afectadas por los recortes dispuestos por el Gobierno en los programas financiados por el ex Ministerio de Salud, así como por la disparada de los precios en los insumos básicos del sector tras la última devaluación del peso.

“El sistema sanitario argentino necesita ser reactivado de manera urgente, por eso recibí a ministros de Salud de diferentes provincias para evaluar prioridades y acciones que acerquen soluciones”, reflexionó Ginés González García, ex ministro de Salud de la Nación entre 2002 y 2007, quien coordina todos los equipos técnicos del PJ nacional.

Persona de consulta por su experiencia como piloto de tormentas en la crisis sanitaria post 2001, González García recibió en su despacho a ministros no solo de las provincias administradas por el peronismo, en una suerte de Consejo Federal de Salud alternativo. Allí conversaron de las dificultades que hoy atraviesan para gestionar la salud pública, y analizaron medidas coyunturales como la compra conjunta de medicamentos para abaratar sus costos, ante la deserción de esa obligación por parte del devaluado secretario de Salud Adolfo Rubinstein.

“Vinieron desesperados ante la complejísima situación que tienen en sus provincias como consecuencia del abandono al que han sido arrojados por parte del gobierno nacional todos los programas específicos que tradicionalmente funcionaban, muchos de ellos creados por leyes vigentes y que siempre estuvieron a cargo de la Nación”, señaló González García.

En diálogo con este diario, y a horas de haber sido distinguido con un doctorado honoris causa por la Universidad Nacional de Córdoba, el ex ministro de Salud durante la gestión de Néstor Kirchner dijo que “al conocido caso de las vacunas se une la disminución absoluta de los botiquines del Programa Remediar, tanto en la frecuencia de entrega como en su contenido; la carencia de medicamentos antirretrovirales; de reactivos para VIH; la transferencia de los médicos comunitarios para que los sueldos se los paguen las provincias, es decir, lo que han sentido los ministros es abandono, y sobre todo, uno muy brusco en los últimos meses”.

A estos funcionarios les preocupa la desinformación oficial acerca de cuáles prestaciones financiadas por la Nación van a continuar de aquí hasta fin de año, y cuáles van a cesar. “Por caso, en programas como el Incluir Salud –que da cobertura a beneficiarios de pensiones sociales– en el que la Nación no pagó las prestaciones realizadas en efectores públicos provinciales, o en prestaciones en discapacidad y en diálisis, que se efectivizan en las provincias, y éstas tratan de cumplir como corresponde”, explicó González García.

“Los ministros se convocaron tratando de que les cuente la experiencia de circunstancias similares, y así empezamos a conversar entre todos –por ejemplo– de buscar algún precio negociado con los laboratorios de tal manera de comprar medicamentos a igual precio para todas las provincias”, detalló el ex embajador en Chile, y agregó que también se discutieron otras ideas “para compartir información vinculada con lo que está sucediendo y lo que están haciendo para que tampoco haya aprovechamiento de una circunstancia de incertidumbre que hace que los precios se hayan dispersado de una manera notable”.

Para Natividad Nassif, la ministra de Salud de Santiago del Estero, “la reunión sirvió para analizar las preocupaciones que tenemos como sistema de salud pública en las diferentes jurisdicciones, acordar cuestiones que tienen que ver con las urgencias y plantearnos el firme propósito de trabajar en lo sucesivo articulando las capacidades que han desarrollado las provincias”. En el encuentro también se resolvió “la conveniencia de plantear ante el gobierno nacional que haya previsibilidad y certidumbre” en la provisión de los insumos sanitarios, ya que “el uso de nuestros propios recursos para resolverlos a veces no es lo más conveniente”, enfatizó la ministra.

Según González García, esa cuestión es central, por lo que celebró la declaración que firmaron los titulares de las carteras sanitarias (ver aparte), en el sentido de “hacer un último pedido para que la degradada secretaría de Salud de la Nación no abandone sus responsabilidades, de tal manera que puedan terminar este periodo respondiendo a las muchas dificultades que tiene hoy la salud y no haya cesación de servicios por este abandono”, dijo.

Otra preocupación que sobrevoló las deliberaciones de los funcionarios fue la de las eventuales consecuencias que el ajuste dispuesto por la gestión de Mauricio Macri pueda disparar sobre la salud de las personas. “Las consecuencias inmediatas son fundamentalmente en salud mental: la desesperación de la gente, su ansiedad, todos los problemas que conlleva llegar a un lugar y no tener el tratamiento o el medicamento que se necesita”, razonó González García, aunque se apuró a aclarar que aún no cuenta con ningún registro al respecto. “Naturalmente, en los pacientes con tratamientos oncológicos la falta de acceso a tratamientos repercute en una mala evolución de la enfermedad. Y en las enfermedades crónicas, es muy difícil decir nada en lo inmediato porque las consecuencias de la hipertensión no tratada o de la diabetes no son inmediatas”.

Tras participar del encuentro en Buenos Aires, el ministro de Salud de Catamarca, Ramón Figueroa Castellanos, llevó tranquilidad a la población al asegurar que con fondos provinciales adquirieron diferentes insumos para cubrir los faltantes que debería haber provisto la Nación. “El Estado provincial puso 100 millones más (de su presupuesto) en lo que va del año para la compra de medicamentos, descartables, prótesis y oncológicos. Se hicieron las compras necesarias para llegar hasta marzo de 2020”, dijo en rueda de prensa.

El miércoles pasado, Salta/12 informó que el ministro de Salud de esa provincia, Roque Mascarello, comprobó que en el envío de botiquines del ex Programa Remediar se recortó sensiblemente la provisión de medicamentos esenciales como amoxicilina, ibuprofeno, penicilina y salbutamol, entre otros. “Genera desazón esta actitud de la Nación, que habla de la falta de previsibilidad”, dijo el funcionario que ordenó realizar un inventario para que desde la provincia se concrete una compra de emergencia de fármacos.