No hay modo permanecer indiferente después de leer una novela de Michel Houellebecq. Sus detractores lo describen, someramente, como un "provocador profesional". Sus fans, también. Lo cierto es que su obra, atravesada por un humor amargo (¿oximoron?) y un profundo escepticismo, lo ha convertido en uno de los autores franceses más leídos de la actualidad. El sello Anagrama acaba de publicar, en carácter de reedición, no una, sino tres de sus mejores novelas, en un solo volumen. Se trata de las tres primeras, las que lo lanzaron a la fama literaria y lo pusieron en el centro de la polémica: Ampliación del campo de batalla, Las partículas elementales y Plataforma. Una seguidilla ficcional que funciona, en cierto sentido, como una autopsia de la cultura europea contemporánea.