Multipremiada, aplaudida y en escena desde hace seis temporadas, Terrenal, la obra en la que Kartun recrea el mito de Caín y Abel, es uno de los fenómenos indiscutidos del teatro independiente. El autor y director cuenta que sigue asistiendo a las funciones y disfruta de ver las reacciones del público. “Cualquiera que va a ver Terrenal sale con la sensación de haber visto el enfrentamiento entre dos maneras de ver la vida”, asegura. “El mito de Caín y Abel no es otra cosa que el enfrentamiento entre dos arquetipos históricos: nómades y sedentarios. Caín es el sedentario, el acumulador que termina preso de su acumulación, y un avaro que termina obligando a sus hijos a construir ciudades amuralladas para conservar lo que ha juntado y nunca tendrá tiempo de gastar. Y Abel es el nómade, el que defiende la hipótesis del no tener como felicidad y vive la vida sin quedar preso de las posesiones”, sintetiza Kartun sobre el éxito teatral que se despide el 13 de octubre de la cartelera local antes de iniciar temporada en España.

- ¿Hay alguna manera de explicar por qué una obra atrae al público?

- Es posible que exista la manera, pero hacer eso no le sirve al artista. Si yo me pusiese a analizar qué cosa funcionó ahora estaría intentando hacer lo mismo y construir de acuerdo a una fórmula. Y sería tan rígida y tan exigente esa fórmula que toda mi producción perdería espontaneidad. No habría ninguna libertad creativa. Por eso prefiero disfrutar de una obra en estado de inocencia. Porque buscar una explicación sería como intentar explicarse el amor. ¿Cómo explicás el amor? ¿Cómo explicás el deseo? ¿Qué es lo que te atrae realmente del otro? Es absolutamente inexplicable.

*Terrenal se presenta en Caras y Caretas (Sarmiento 2037), viernes, sábados y domingos a las 20.