El intercambio entre Argentina y Brasil se equilibra con recesión. La balanza comercial bilateral mostró en septiembre un leve superávit de 81 millones de dólares que está en línea con el déficit de apenas 17 millones de dólares observado en agosto. El equilibrio forzoso alcanzado entre ambos países es acompañado por la reducción en el flujo de comercio de más del 20 por ciento interanual. El desplome del 27 por ciento en las importaciones desde el país vecino explica que la balanza comercial no haya empeorado pese a la caída de casi 17 por ciento las exportaciones. En el acumulado a los primeros nueve meses del año, la balanza comercial arroja un superávit de 375 millones de dólares para Argentina.

La consultora Ecolatina proyecta que el saldo comercial bilateral terminará arrojando un leve superávit para Argentina en 2019 del orden de los 600 millones de dólares. El elemento central para esa cifra será el fuerte retroceso del 30 por ciento en las importaciones en línea con la caída en el nivel de actividad. “Pese a que se logrará un significativo ahorro de divisas respecto del año pasado, en un contexto de elevados pagos de deuda, la alegría no será total: la mejora llegará por razones negativas (menores compras) y no por avances o aspectos positivos (mayores ventas)”, indica el reporte elaborado por la consultora.

El retroceso de los envíos argentinos hacia la economía brasileña tuvo lugar en un contexto de crecimiento de 19 por ciento interanual del resto de las importaciones del país vecino. De esa forma, la participación argentina en el principal mercado del Mercosur se vio resentida: cayó de 6,6 a 4,7 por ciento en un año.

“En un contexto de crisis de la demanda interna y una recesión que no encuentra la luz al final del túnel la pérdida de mercados externos es una señal de alerta. No obstante, vale destacar que parte de la contracción obedeció al freno de líneas de producción locales por motivos de la coyuntura interna que pospusieron la producción de bienes exportados, de modo que el desenlace negativo queda con un signo de pregunta”, indica el informe de Ecolatina.