El Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires presentó un proyecto para igualar la representación de género en los órganos directivos, cien años después de la Reforma Universitaria de 1918. El proyecto presentado el miércoles 26 de septiembre busca establecer una representación igualitaria de varones y mujeres en los claustros de profesores, graduados y estudiantes de los Consejos Directivos de la Universidad de Buenos Aires y que la paridad de género se extienda a la conformación de los jurados de los concursos docentes.

Cien años de la Reforma Universitaria y cien años de historia para las mujeres ingenieras, ya que también, en 1918, se graduaba en la Facultad de Ingeniería de la UBA Elisa Bachofen, la primera ingeniera de Argentina y de Latinoamérica. Y aunque las ingenieras somos centenarias, la ingeniería continúa siendo la disciplina de los varones. Y en la Facultad de Ingeniería, donde el poder ininterrumpidamente lo han ejercido los varones, los datos oficiales dan cuenta de ello:

-El órgano de poder de la Facultad es el Consejo Directivo, constituido por 16 representantes, de los cuales actualmente 14 son varones.

-Actualmente el Claustro de Graduados está integrado sólo por varones.

-Las mujeres ocupamos el 15 % de los cargos de Profesoras Titulares.

-Las mujeres ocupamos el 27 % de los cargos de Directoras de Departamento.

-Nunca una mujer fue Decana en la FIUBA.

La Universidad de los Varones nos impone una lógica patriarcal en el ejercicio del poder, estructuras rígidas, verticales, disciplinantes, expulsivas, donde la producción del conocimiento científico es casi exclusividad de los varones. La ingeniería irrumpe en los territorios e impone sus mega soluciones a como dé lugar, más allá de los contextos sociales, culturales y políticos.

En las últimas elecciones del claustro de graduados de la Facultad de Ingeniería UBA, hacia fines del mes de junio, nuestra lista, un espacio plural y diverso que impulsa el protagonismo de las mujeres, la ingeniería comunitaria y social y las políticas públicas de industrialización del país en el ámbito universitario, solicitó la readecuación de dos de las tres listas presentadas por no respetar criterios de paridad de género. Si bien el Reglamento General Electoral para el claustro de Graduados remite al Código Electoral Nacional, y este último establece paridad de género en su artículo 60 bis, nuestra impugnación fue rechazada por la Junta Electoral. Es oportuno señalar que la Junta Electoral, conformada por 7 varones y una mujer, sólo esbozó unas pocas líneas para denegar nuestro pedido. Una vez más, la Facultad de Ingeniería, situada por fuera de la historia, desestimaba el ejercicio del derecho a una participación política igualitaria y sin discriminaciones para las mujeres.

En estos más de cien años de historia, las mujeres organizadas logramos que se implementen Protocolos de Violencia de Género en cada una de las Facultades de la UBA, que se creen Áreas y Secretarías de Géneros y Diversidades, y ahora estamos muy cerca de lograr la Paridad de Género en las listas de representantes al Consejo Directivo. Y aunque nos lleve cien años más, seguiremos democratizando cada ámbito de la Universidad Pública empecinadas en la búsqueda de la igualdad.

 

*Ingeniera civil, coordinadora de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la UBA, docente e investigadora de la Facultad de Ingeniería de la UBA, integrante del Frente Salvador Herrera de la CTA-Autónoma y candidata a legisladora de UP en el Frente de Todxs.