La economía brasileña registró en septiembre una deflación de 0,04 por ciento, la menor tasa para un mes desde 1998. Esta baja se explica por una fuerte reducción en los costos de alimentos y bebidas, que cayeron por segundo mes consecutivo, según informó este miércoles la administración de Jair Bolsonaro. La situación se contrapone con la de Argentina, donde la inflación supera en promedio el 50 por ciento anual y está principalmente impulsada por el costo de los alimentos y servicios esenciales. “El grupo de alimentos y bebidas ya había disminuido en agosto 0,35 por ciento, que se intensificó a 0,43 por ciento (en septiembre), presionado por la desaceleración de los alimentos fuera del hogar", explicó el gerente del Sistema Nacional de Índices de Precios del IBGE, Pedro Kislanov. En Brasil la deflación del mes pasado se contrasta con una inflación positiva de 0,48 por ciento en septiembre del año pasado, de acuerdo con el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). En los primeros nueves meses del año la inflación acumula un 2,49 por ciento y en la medición interanual septiembre marca un 2,89 por ciento.