Desde Santa Fe

Unos minutos antes del debate, cuando ya estaban en la Universidad del Litoral, los candidatos a presidente hablaban cómodamente entre sí y esperaban para sacarse la foto previa al evento. Pero, contaron a este diario los presentes, el presidente Mauricio Macri no tenía muy buena cara y prefirió aislarse un poco de sus competidores. Faltaba muy poco para que entraran al Paraninfo en el que los seis aspirantes a presidir la Argentina pasaron más de dos horas contándoles a los televidentes sus propuestas para gobernar el país. PáginaI12 pudo acceder al recinto para contar quiénes fueron los invitados, los gestos que no se vieron en televisión y lo que pasó en los intervalos.

El paraninfo no es otra cosa que el nombre con el que muchas universidades designan su salón de actos. El de la Universidad del Litoral es muy lindo y los invitados de cada candidato fueron sentados de modo tal que los macristas no convivieran con los del Frente de Todos.

En la primera fila, entre los invitados del FdT, estuvo Daniel Scioli, aludido en su presentación personal por Alberto Fernández: "Acá está sentado un hombre que en el debate anterior no mintió y y otro que mintió y quiere seguir gobernando". En el FdT comentaron a este diario que esa primera referencia a la mentira durante sus cuatro años de gobierno y la presencia de Scioli desestabilizaron a Macri. "La presencia de Scioli y que Alberto lo mencionara de entrada fue el 'en qué te han convertido, Daniel' de Macri del debate anterior", dijo a PáginaI12 un invitado que cree que, por eso, el Presidente no pudo aprovechar el bloque de relaciones internacionales, el primero, en el que se esperaba que fuera más contundente y defendiera los que creen fueron sus logros en esa materia. "Quedó desconcertado de entrada", dijeron. "Y claramente Alberto ganó en el tramo de economía, pero eso era obvio", agregó una fuente del FdT.

Entre los invitados de Fernández, además de Scioli, estuvieron el gobernador electo de Santa Fe, Omar Perotti; el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet; María Eugenia Bielsa; el diputado Felipe Solá; el ex ministro de Defensa Agustín Rossi; Miguel Cuberos; el rector de la UMET, Nicolás Trotta, entre otros.

Macri fue el último de los candidatos en aterrizar en la provincia y en la previa del debate en la universidad se notó que no iba a pasar una buena noche. "Estaban todos hablando con todos menos él, en un rincón, porque nadie le daba bola. Tenía mala cara", dijo a este diario un testigo del momento, que agregó que Roberto Lavagna, candidato de Consenso Federal, y Fernández conversaron animadamente.

En el paraninfo, minutos antes del debate, los dirigentes invitados por Juntos por el Cambio estaban todos ubicados en la misma mitad del recinto. Entre los más destacados, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el diputado Waldo Wolff; el candidato a vicepresidente, Miguel Ángel Pichetto; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la vicepresidenta Gabriela Michetti; el titular del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi; el ministro de Agricultura, Miguel Etchevere; el canciller Jorge Faurie; y la primera dama, Juliana Awada.

Durante los dos primeros ejes temáticos (relaciones internacionales y economía) a Macri se lo vio muy serio. Cuando no lo enfocaban, miraba para arriba muy seguido, se tocaba la nariz y anotaba cosas en su cuaderno. Casi todos los candidatos, de hecho, tomaron apuntes mientras los demás hablaban. Fernández no. Después del intervalo, llegaron los bloque de diversidad, género y derechos humanos, salud y educación.

Gómez Centurión planteó su defensa de las dos vidas, Macri y Lavagna eludieron el tema y Fernández dijo que no iba a ser hipócrita en la postura que ya planteó: que es necesaria la despenalización del aborto.

De educación y salud empezó hablando Macri, de los que consideró los logros de su gestión en el área. En ese momento, la diputada Luana Volnovich comentó algo con Felipe Solá. Fernández habló del desprecio del macrismo por la educación pública y de la desaparición del Ministerio de Salud como tal. Le pidió al Presidente que explicara por qué trató tan mal a los científicos. Y Macri, intentando un último golpe, dijo en su cierre que con la gobernación de Axel Kicillof se venía la "narcocapacitación en las escuelas".

Cuando terminó el debate, este diario habló con dirigentes de ambos espacios.

"Macri quiso defender el PAMI, pero no se dio cuenta de que dijo que es una empresa", señaló a este diario un dirigente del FdT acostumbrado a la escucha fina. Y respecto de la "narcocapacitación", el mismo dirigente consideró que en su intento de horadar la figura de Kicillof, lo dio como gobernador electo.

Al final del debate, el diputado Felipe Solá, que suena como posible canciller, dijo a este diario que cree que Fernández salió victorioso. "Vinimos a mantener el resultado y terminamos ganando. Alberto dice lo que piensa y Macri dice mal lo que le dicen que diga", aseguró.

Hernán Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios Públicos, no tenía la misma opinión. Consultado por PáginaI12 en un pasillo, ya cerca de la medianoche del domingo, dijo: "El debate me resultó muy interesante". Frente a la pregunta de quién creía que se impuso, su respuesta fue la siguiente: "Creo que ganó Macri, pero qué te voy a decir yo".

Para muchos dirigentes que prefieren mantener reserva de su nombre, el problema es que Macri está derrotado de antemano. "Cuando empezás a bajar por el tobogán no parás hasta el arenero", dijo un funcionario que alguna vez también supo de derrotas. El comentario de los presentes respecto del resto de los candidatos fue que Roberto Lavagna y Juan José Gómez Centurión no supieron manejar los tiempos, que Nicolás del Caño estuvo acorde a lo que se esperaba y que José Luis Espert pudo plantear sus ideas. Pero a nadie escapa que ésta es una elección muy polarizada: la expectativa estaba puesta en Fernández y en Macri. Queda otro round, el domingo próximo, en la Facultad de Derecho.